Karina Milei acude a votar escoltada por policías y simpatizantes

En los centros de votación recorridos por ABC se veía poco movimiento, pese al buen tiempo y a que el transporte público era gratis hasta el cierre de la votación, a las 18.00 (hora local).

La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, apareció para votar poco después de las 12.15, en Vicente Lopez. Llegó escoltada por un importante operativo de seguridad y un grupo grande de militantes. La rodeaban por todos lados para que nadie pudiera acercarse. Ella tenía la mirada seria, y dijo apenas: «No soy candidata a nada, no hablaré».

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Mientras que el peronista y dirigente social, Juan Grabois, candidato a diputado en las elecciones de octubre, votó animado al ver que la participación era «mucho mejor de lo que se había previsto. Soy optimista», dijo.

«Siempre voté desde los 18 años, es una obligación, aunque esta elección no sea de las que más entusiasman. Tenemos varias carencias en la provincia; sin embargo, lo que vimos en las últimas semanas es que se politizó mucho esta elección. Parece más un referéndum sobre la gestión Milei», afirma Roberto Costas, 76 años, que votó en San Justo, en La Matanza.

La transformación de esta votación -cuyo objetivo es renovar 46 diputados provinciales y 23 senadores en la Legislatura- en un plebiscito nacional es, de hecho, algo que se observó en las últimas semanas. Los actos de campaña, algunos con el propio presidente Javier Milei en las calles para pedir votos para los candidatos de su partido, La Libertad Avanza, estuvieron marcados por un fuerte discurso antiperonista y la defensa de las banderas de su campaña electoral.

La tensión fue alta, en especial por algunas declaraciones del propio presidente. En uno de los actos de campaña llamó a los kirchneristas «chanchos sucios». Los acusó de haber convertido Buenos Aires en «un gran chiquero y en un baño de sangre en los últimos 20 años de gobierno provincial». En otro, afirmó: «¡Los kirchneristas te rompen las piernas, compran las muletas con sobreprecios y te exigen que les des las gracias! ¡Son unos delincuentes!».

Por la mañana también voto el hijo de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el diputado Máximo Kirchner, para quien el alto voltaje de la campaña ha sido el resultado de la «provocación de un Gobierno que sabe que empieza a fallar. Una de las pruebas de que esta es una votación injusta es que la principal candidata está presa», en referencia a su madre, en prisión domiciliaria.

La votación de hoy tiene una especial relevancia por celebrarse en la provincia que concentra más electores: algo más de 14 millones de personas, es decir, el 37% del padrón electoral. Como el conurbano bonaerense, en especial el sector sur, vota tradicionalmente al peronismo, Milei llegó a ser agredido en algunos actos.

En las primeras horas de apertura de urnas se vio a pocos electores acercarse y sí a un fuerte despliegue policial junto a los centros de votación. Algunas estimaciones difundidas el sábado por la noche por institutos de sondeo señalaban que podría haber una abstención alta, entre el 40% y el 50%. Según los datos oficiales divulgados a las 2 de la tarde, hasta esa hora había votado un 35% de padrón. En Argentina, el voto es obligatorio.

La elección tiene lugar poco después de la difusión de audios que apuntan a un presunto esquema de corrupción que involucra a la ANDIS y a la hermana del presidente, la secretaria general Karina Milei. Algunos electores caminaban por las calles con carteles en los que se leía: ‘Karina coimera’ o ‘Kirchnerismo Nunca Más’, con el ‘Nunca Más’ estilizado como en los años ochenta, cuando se juzgaron los principales crímenes de la última dictadura militar.

Al cierre de esta edición todavía seguían abiertos los colegios electorales, tras cuyo cierre, a las 6 de la tarde (hora local, 11 de la noche en España) estaba previsto que se conocieran las encuestas de pie de urna; mientras los resultados oficiales comenzarán a conocerse a las 9 de la noche (hora local).