Alemania ultima la entrega a Ucrania de 4.000 drones de combate

«Estoy muy contento de que la entrega de estos drones de ataque apoyados por IA esté comenzando ya mismo, con su capacidad de 30 ó 40 kilómetros supondrán un fuerte apoyo para las tropas ucranianas en el frente», ha declarado el ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, «Ucrania podrá actuar contra objetivos militares rusos de alto valor, por ejemplo puestos de mando o instalaciones logísticas rusas, de manera que es un gran paso para Ucrania«. «Hace apenas once meses que se firmó el contrato y estoy muy satisfecho, tanto el departamento de adquisiciones como la oficina de planificación, también por parte de la empresa, se ha trabajado se una forma óptima y efectiva», ha dicho durante una visita realizada esta mañana al fabricante de municiones MDBA en Schrobenhausen, en la Alta Baviera.

Pistorius pudo ver los nuevos drones con sus propios ojos durante una visita a su homólogo Rustem Umerov en Ucrania, el pasado mes de mayo. Helsing ha estado activo en Ucrania desde 2022 y ha fundado la Alianza de Fabricantes de Defensa, una iniciativa conjunta con el gobierno ucraniano gracias a la que ha obtenido contratos para la actualización de la guerra electrónica del Eurofighter alemán, la infraestructura de inteligencia artificial para el Future Combat Air System y varios contratos marítimos y terrestres. Estos son algunos de los contratos que llevarán al sector armamentístico alemán a un récord de facturación, después de que ya batió en 2023.

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Desde el 1 de enero hasta el 15 de octubre de este año, el Gobierno alemán ha emitido 4.163 licencias de exportación de armas y material militar por valor de 10.900 millones de euros. Esto no impide que Pistorius mantenga su compromiso en el eje franco-alemán de sostener a los fabricantes europeos y acaba de adquirir, por ejemplo, 62 nuevos helicópteros ligeros de Airbus por 2.500 millones de euros,

El ministro alemán ha dejado entrever en varias ocasiones su disposición a permitir a Ucrania utilizar armas de factura occidental para atacar objetivos en territorio ruso, a lo que se sigue negando tajantemente su mentor, el canciller alemán Olaf Scholz, al que muchos en el partido de ambos, el SPD, desearían que Pistorius sustituyese como candidato en las próximas elecciones anticipadas de febrero.

Durante la cumbre del G20 en Río de Janeiro, la diplomacia alemana espera presiones de la Administración estadounidense para permitir a Zelenski un uso más amplio del armamento, pero Scholz no parece inclinado a ceder, ya en plena campaña electoral, y Pistorius ha confirmado que Alemania se mantendrá firme en su negativa. «no voy a valorar la decisión de los americanos, los Atacms tienen 300 kilómetros de autonomía, pero eso no cambia nuestra valoración por el momento».

Cualquier cosa que diga o haga el canciller alemán, además, puede ser utilizado por Putin contra Ucrania. Después de la llamada telefónica de Scholz a Putin la noche del viernes, el Kremlin dio la orden para un ataque masivo con 10 misiles y 90 drones que han destruido 140 objetivos, en su mayoría energéticos, a las puertas del invierno.

También presionan al Gobierno alemán hacia una actitud más permisiva sobre el uso ucraniano de las armas los alrededor de 2.000 exiliados rusos que este fin de semana se han manifestado en Berlín contra cualquier tipo de negociación con Putin. A la cabeza de la manifestación, la viuda del disidente fallecido, Yulia Navalnaya, criticó la llamada telefónica de Scholz a Putin y volvió a exigir la retirada inmediata de las tropas y la destitución del presidente ruso.

Destacados representantes de la oposición rusa en el exilio, entre ellos Ilya Yashin y Vladimir Kara-Mursa, convocaron la protesta y llamaron a los gobiernos occidentales a no cejar en la lucha contra Putin. Al grito de «Rusia somos nosotros», llamaron a la unidad «a todos los que se oponen a la política agresiva y criminal de Vladimir Putin, a la guerra en Ucrania y a la represión política dentro de Rusia« e insistieron en que »Putin debe acudir a los tribunales«. Yelena Gayeva, de la Asociación Democratiya, que convocaba la protesta, recordó a los participantes que la sociedad civil rusa está creciendo «desde dentro» y describió el apoyo a Ucrania como el «deber más moral».