Vocación de potencia regional

La línea de intervencionismo diplomático de Ankara en los Balcanes, el Cáucaso, Oriente Medio y África se mantendrá durante el año 2012.

La redacción de una nueva Constitución —para cuya puesta en marcha el Gobierno de Recep Tayip Erdogán carece de mayoría suficiente— marcará la agenda política interna , a la par que aumentan las acusaciones de autoritarismo, con un marcado incremento de abusos policiales y encarcelamiento de periodistas y representantes de la sociedad civil.

Con casi total seguridad, el conflicto con la minoría kurda empeorará, debido a la actitud cada vez más dura adoptada por el Ejecutivo y las fuerzas de seguridad, y también a las sospechas de que el régimen sirio podría retomar los viejos lazos con la guerrilla kurda del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán).

En la vecina Siria, el apoyo explícito de Irán y, en menor medida, Rusia, al régimen de Bashar al Assad, han ejercido de contrapesos contra una posible intervención de la OTAN liderada por Turquía. El estancamiento de la situación, en la que Assad mantiene un predominio militar aplastante pero comprueba cómo su base de poder se erosiona con rapidez, apunta a la guerra civil como un escenario cada vez más probable. El conflicto amenaza con desestabilizar al Líbano, donde ya se están produciendo pequeños enfrentamientos en el norte entre tribus suníes partidarias de los rebeldes y fuerzas del orden controladas por los aliados de Assad, especialmente Hizbolá. Existe además el riesgo de que la implicación extranjera en Siria provoque una guerra regional.