Los separatistas pierden su mayoría absoluta en Escocia y los tories quedan segundos

En las elecciones generales de hace un año, los separatistas escoceses arrollaron en las urnas, con 56 de los 59 diputados que aporta Escocia al parlamento de Westminster. Las encuestas , que han vuelto a fallar en el Reino Unido , indicaban que en los comicios para el Parlamento de Holyrood superarían de largo el 50% de los votos. Pero no ha sido así, el SNP ha perdido seis diputados y se queda sin la mayoría absoluta que había firmado Alex Salmond en 2011. La primera ministra Nicola Sturgeon , que sustituyó a Salmond tras su derrota en el referéndum independentista, ha obtenido 63 diputados, a seis de la mayoría absoluta de 69 .

Sturgeon califica los resultados de «victoria histórica», por tratarse del tercer triunfo consecutivo del SNP. Pero necesitará apoyos para gobernar y, sobre todo, pierde ímpetu para poder reclamar una segunda consulta independentista, hipótesis que ya había esgrimido durante la campaña.

La segunda sorpresa en Escocia es el descalabro del laborismo, tradicionalmente hegemónico allí hasta la crecida en las últimas dos legislaturas de los nacionalistas. Con un programa muy izquierdista, que abogaba por subir el tipo máximo fiscal al 50% de los ingresos y no renovar el arsenal nuclear –con base en Escocia-, su joven líder Kezia Dugdale se ha despeñado : ha perdido 13 escaños y se queda con solo 24, y lo que es más grave, ve como el Partido Conservador se aúpa al segundo puesto, algo impensable hace solo unos años, pues era denostado allí desde la etapa de Thatcher.

La artífice del milagro conservador es la tenaz Ruth Davison , una ex periodista de la BBC, de 37 años, feligresa de la Iglesia de Escocia y lesbiana, que ha obtenido el segundo puesto con 31 escaños, 16 más que en los comicios de 2011. Cameron la felicitó este viernes por la mañana en Twitter: «Es la líder que se ha plantado frente al SNP y ofrece una oposición fuerte frente a Escocia».

Como suele ocurrir, los votantes unionistas han buscado una opción que les proteja ante la crecida separatista, y no la han encontrado en las medias tintas laboristas, de ahí la crecida del voto tory. El inteligente Blair había advertido en su día a su partido, que tras su giro a la izquierda ignora sus consejos, que no se puede triunfar en Escocia queriendo ser más nacionalista que los nacionalistas . Así ha sido.

El Súper Jueves era el primer gran test electoral para Jeremy Corbyn , de 66 años, que el pasado septiembre ganó las primarias laboristas y ha radicalizado el partido, y no pinta bien. Esta mañana al salir de su casa de Islington, al Norte de Londres, se negó a hacer valoraciones a los periodistas que aguardaban a su puerta.

Corbyn tiene razones para arrancar el día cariacontecido, y no solo por el batacazo de Escocia. Tradicionalmente, el partido líder de la oposición es el que gana en Inglaterra los comicios municipales . Pero esa regla se ha invertido por primera vez en treinta años. En lo que va de recuento, los laboristas pierden 24 ediles y los conservadores ganan cinco. En 2012, con Ed Miliband , el Partido Laborista había obtenido unos excelentes resultados en las locales.

Las críticas no se han hecho esperar. Algunos candidatos laboristas derrotados han señalado esta misma mañana a Corbyn y también han afeado a la cúpula de su partido la ridícula polémica antisemita en que se han visto envueltos por las declaraciones de exalcalde de Londres, Ken Livingstone , el veterano «Red Ken», quien comparó a Hitler con el sionismo.

John Ferret , el líder laborista en la ciudad naval de Portsmouth, al sur de Inglaterra, ha tachado a Corbyn, de 66 años, de «incompetente» e «incapaz de ofrecer el liderazgo que necesitamos».

Tom Watson , número dos laborista, ha dicho que con los resultados que se van conociendo su partido contempla «un cuadro mixto». También ha pedido a los críticos que den más tiempo a Corbyn.

Esta tarde se conocerán los resultados de Londres , donde con toda probabilidad el laborista musulmán Sadiq Kahn se convertirá en el nuevo alcalde tras ocho años de Boris Johnson . Corbyn se acogerá a ese éxito para camuflar sus reveses.

George Osborne , el ministro de Economía y mano derecha de Cameron, ha saludado con un «¡vaya logro!» el hecho de que su partido haya crecido en ediles tras seis años en el poder en Downing Street. Los buenos resultados de los conservadores son un importante espaldarazo para David Cameron ante el difícil envite del referéndum sobre la UE del 23 de junio .

En Gales , sin completarse el recuento, se ve ya que el laborismo, que gobernaba en minoría, ha vuelto a imponerse con 29 escaños (a dos de la mayoría absoluta). Plaid Cymru , nacionalistas, son segundos, con 11. Los conservadores han obtenido 9 y entra con fuerza UKIP, con seis parlamentarios.