Corbyn, un socialista clásico de pancarta

Solo tres horas y media después de su apabullante victoria, el diputado de 66 años arengaba frente al Parlamento a los miles de participantes en una marcha a favor de los refugiados . A la vera del excelente cantautor zurdo Billy Bragg, entonó el «Bandera Roja», viejo himno laborista de 1925.

Rojo era también el jersey con que se presentó en marzo de 2002 en los Comunes para epatar en el día de luto nacional por la Reina Madre. Republicano, no dará la batalla por eliminar la monarquía, pero quiere limitar las potestades de Isabel II . En 1984 escandalizó a Inglaterra al invitar al Parlamento a Gerry Adams solo 14 días después de que el IRA atentase contra Thatcher en Brighton.

Hijo de un ingeniero y una profesora de matemáticas pacifistas, que estuvieron en la Guerra Civil española, habla castellano por avatares maritales. Se ha casado tres veces y su segunda mujer fue una chilena y la tercera es mexicana, 17 años más joven que él. Corbyn e studió en un colegio privado de prestigio, pero lo detestaba.

Se divorció de su esposa chilena, con la que tuvo sus tres hijos, porque ella se empecinó en enviar al primogénito a un centro de pago. El líder laborista plantó la universidad y es autodidacta , formado en debates y lecturas del partido.

No ha trabajado un minuto en la empresa privada. Fue voluntario dos años en Jamaica y luego a los 25 ya era concejal y a los 32, diputado. Lleva tres décadas en el Parlamento , por una circunscripción del Norte de Londres, cada vez con más votos. Ha sido elegido cinco veces «La mejor barba» de la Cámara y ha votado más de 500 veces contra la línea de su partido desde 2005.

Sus simpatizantes ensalzan su coherencia y honestidad. Es el diputado que menos dietas pasa, viaja en bicicleta y es vegetariano. En campaña iniciaba los mítines temprano, al margen de la televisión, para poder volver a Londres por su cuenta en bus o en tren. En contra del sentir general de su partido es euroescéptico (voto «no» a entrar en Europa en 1975). Quiere más impuestos, más gasto social y liquidar la «austeridad tory».