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Francisco de Andrés

¿Quién se pone al teléfono en el islam europeo?

La apelación al diálogo se estrella con la inexistencia de una ortodoxia y de una autoridad suprema

Francisco de Andrés

La comunidad musulmana francesa, la más numerosa de Europa después de la alemana, pretende crear una entidad única -elegida por las diversas asociaciones y grupos del islam- para centralizar sus finanzas y evitar que sea el presidente Macron quien le marque las reglas. La complejidad ... del proyecto, que muchos consideran irrealizable, desborda la eficacia contable ante el laberinto opaco de dineros que van y vienen, procedentes de gobiernos extranjeros, fundaciones, diezmos musulmanes o impuestos a la carne «halal». Controlar el presupuesto de las mezquitas, y el pago y formación de los imanes, es controlar el rumbo ideológico del islam francés. En otras palabras, imprimirle una orientación moderada, compatible con los «valores republicanos», o una versión radical, más pegada a la aplicación literal de la Sharía, la ley islámica. Y ahí ninguna de las versiones mayoritarias en Francia va a ceder un ápice de terreno.

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