Maduro crea un «comando antigolpe» como brazo represor

En un «toma y daca» el mandatario liberó a seis presos políticos al finalizar el año viejo pero apresó a otros tantos al comenzar el año nuevo, dando al traste su convocada tercera ronda de la mesa de diálogo, que debía celebrarse justo ayer 13 de enero, cita que la oposición rechazó.

Es el denominado efecto de la puerta giratoria «liberaron a seis presos políticos el pasado 31 diciembre y en 12 días posteriores arrestaron a otros seis con fines políticos», indicó el abogado director del Foro Penal Venezolano, Alfredo Romero, en su cuenta de Twitter. Hasta diciembre habían quedado en la cárcel 126 presos politicos pero con los 6 nuevos suman ya 132.

La oposición ha reaccionado indignada por la cacería de brujas que ha iniciado Maduro con su Comando Antigolpe, que está siendo dirigido por el recién nombrado vicepresidente y gobernador de Aragua, Tareck El Aissami , un chavista duro, y el ministro del Interior y Justicia, Néstor Reverol , ambos vinculados al narcotráfico internacional según las autoridades de los EEUU.

Tanto El Assaimi como el ministro Reverol acusan a los adversarios como presuntas golpistas y terroristas sin mostrar pruebas. Afirmaron que el diputado Gilber Caro tenía «armamento para desestabilizar» al régimen. Y ordenaron revocar la libertad condicional desde 2015 del ex ministro de Defensa, Raúl Baduel, quien volverá a la cárcel militar de Ramo Verde por presunta conspiración. No hay juicios. Los expedientes son sumariales al mejor estilo de una dictadura como lo ha denunciado la Iglesia.

Entre los perseguidos se encuentra el gobernador de Miranda Henrique Capriles , quien ha denunciado el plan del gobierno de «inhabilitarlo políticamente» por presuntas irregularidades administrativas en su gestión, según la Contraloría General (tribunal de cuentas).

También Lilian Tintori, esposa del líder y fundador de Voluntad Popular, Leopoldo López , ha denunciado la persecución a la que se halla sometida por las autoridades que la acusan de presuntas actividades conspiratorias por defender a los presos políticos.

La alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática lanzó un comunicado en el que repudia la nueva ola represiva y persecutoria contra los dirigentes de la oposición. «Es evidente la intención del régimen de, por un lado, amedrentar a la oposición política y al pueblo en general; y por otro avanzar en un proceso de degeneración institucional al estilo de Nicaragua, donde la dictadura hace “elecciones” en las que la gente vota pero no elige, por cuanto antes de las elecciones el régimen destituye a los diputados opositores e inhabilita a sus partidos y candidatos», dijo la MUD.