Macron y el Elíseo, posibles focos de propagación del Covid-19

El lunes pasado, el presidente francés reunió en comida de trabajo a Charles Michel , presidente del Consejo Europeo, Ángel Gurría , secretario general de la OCDE, y Pedro Sánchez , presidente del Gobierno español, con motivo de la celebración del LX aniversario de la creación de la OCDE .

Durante toda la mañana del lunes día 14, la OCDE celebró en su sede central, en el parisino distrito XVI, los actos conmemorativos de su sexagésimo aniversario.

Emmanuel Macron decidió prolongar la celebración de los actos de la OCDE con una comida relativamente restringida, en el Elíseo, en la que participaron Michel, Gurría y Sánchez.

Un día más tarde, el martes, Emmanuel Macron volvió a celebrar una comida de trabajo, en el Elíseo, con representantes de todos los grupos parlamentarios presentes en la Asamblea Nacional (AN), de Richard Ferrard , «macronista» histórico, a Jean-Luc Mélenchon , presidente de La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda populista). Oficialmente, se respetaron todas las normas de sanidad más estrictas.

Treinta horas después, la tarde-noche del miércoles, el presidente Macron reunió en el Elíseo a toda la élite política de su partido , sus representantes en la Asamblea Nacional, convocados para discutir los preparativos de las próximas elecciones regionales que debieran celebrarse el mes de junio del año que viene.

Oficialmente, las comidas y cenas en el Elíseo con motivo del LX aniversario de la fundación de la OCDE, se celebraron respetando las normas sanitarias más estrictas. Pero… es una evidencia que Macron, presidente y anfitrión, ya estaba infectado por el Covid-19. ¿O fue víctima del contagio propagado por alguno de sus invitados?

Cuando, poco después de las 10 de la mañana del jueves, el Elíseo anuncio el positivo que había dado Emmanuel Macron se dispararon las alarmas nacionales e internacionales.

En París, Jean Castex , primer ministro, fue sometido a un análisis de urgencia, poniéndose inmediatamente en situación de aislamiento casi absoluto. Varios miembros del Gobierno se apresuraron a someterse a un test de urgencia. En el Elíseo, aislado, Macron proseguía sus actividades «normalmente».

En Madrid, Pedro Sánchez fue el primero anunciar su propia cuarentena . En Londres, el primer ministro británico, Boris Johnson, positivo del Covid-19 el mes de abril pasado, se apresuró a enviar un mensaje de simpatía, deseando el pronto restablecimiento del presidente francés.

Desde el resto de las capitales europeas, de Berlín y Bruselas, se sucedieron consultas y mensajes de urgencia, intentando evitar y soslayar cualquier tipo de alarmismo.

El primer ministro belga, Alexander de Croo , anunció que se someterá a una cuarentena preventiva hasta tener el resultado de una prueba PCR tras coincidir con Macron.

En París, la comida del martes con la plana mayor de los grupos político parlamentarios, y la cena del miércoles, con las personalidades más influyentes de la «macronía», comenzaron a ser comentadas con severidad e ironía. «Le Monde» habla de «choque» en la cúspide del Estado. A través de las redes sociales, la sucesión de cena y comidas de trabajo recibían comentarios entre la ironía feroz («un presidente irresponsable») y la gravedad contenida («nos piden autoconfinamiento, pero nuestros dirigentes se comportan con mucha ligereza»).