Hollande, en el Elíseo: «Seré presidente de todos los franceses para salir de la crisis»

Hollande pronunció su primer gran discurso solemne ante 380 personalidades reunidas en la Sala de Fiestas del Elíseo, tras la ceremonia íntima del traspaso de poderes, durante cuarenta minutos, en el despacho personal del jefe del Estado, que Nicolás Sarkozy abandonó para salir del Elíseo acompañado de su esposa, Carla Bruni , despedidos en la escalera del palacio presidencial por Hollande y su compañera sentimental, Valérie Trierweiler. Frente al Elíseo, varias decenas de simpatizantes de Sarkozy vitoreaban su silenciosa despedida en un automóvil francés.

En la Sala de Fiestas del Elíseo, en pie, las máximas autoridades religiosas cristianas, judías, musulmanas, acompañadas de los presidentes de la Asamblea Nacional y el Senado, entre la élite política, sindical, institucional y administrativa de Francia, aplaudieron calurosamente la declaración de principios del presidente Hollande, en un tono ecuménico y «justiciero» . Tuvo palabras de respeto y simpatía para todos sus predecesores:

-De Gaulle , «el hombre de la reconstrucción de Francia».

-Georges Pompidou, «que tuvo una gran ambición industrial».

-Valery Giscard d'Estaing , «que fue un gran modernizador».

-François Mitterrand, «por quien tengo un recuerdo particular»

-Jacques Chirac , «que fue un gran defensor de los valores republicanos». Tras esos elogios , el presidente Hollande solo tuvo para Nicolas Sarkozy esta frase: «Le deseo todo lo mejor en su nueva vida personal».

En su gran discurso de investidura, el presidente Hollande comenzó por subrayar: «Francia necesita unidad y reconciliación. Seré el presidente de todos franceses».

Sentado esos principios, recordó los jalones que debieran animar su mandato presidencial: «Sacar a Francia de la crisis. Reorientar la construcción política de Europa. Tomar todas las decisiones nacionales de la óptica de la justicia. Defender todos los valores donde creció la civilización europea».