Hollande quiere abrir el eje franco-alemán a España e Italia

Hollande es muy consciente de que llega a la jefatura del Estado en un momento de grave crisis, cuando el paisaje político nacional es un campo de minas y el paisaje político europeo está sufriendo metamorfosis inflamables, aceleradas por varias crisis económicas superpuestas.

Tras escuchar las advertencias de Angela Merkel , Hollande evitó el impensable «choque frontal» al abrir nuevos frentes diplomáticos en Europa.

Ya elegido presidente, Hollande declaró: «En los últimos años, la relación franco-alemana ha sido demasiado exclusiva. Algunos miembros de la eurozona han podido tener la impresión que estaban sometidos al dictado de un directorio franco-alemán».

Hollande parece esperar que algunos dirigentes europeos, como Mario Monti o Mariano Rajoy , pudieran «apoyar» veladamente su estrategia de relajamiento relativo de la disciplina presupuestaria estricta exigida hasta ahora por Berlín y la Comisión Europea.

«Le Monde» ha escrito: «Los dirigentes conservadores españoles no ocultan en privado que no ven con malos ojos la llegada de Hollande al Elíseo. Esperan que pueda ayudarlos a aflojar algunos puntos de la disciplina europea». Hollande y sus consejeros -entre los que trabajan grandes banqueros especialistas en deuda soberana- han insistido en que «Francia no pide un relanzamiento económico basado en más deuda y más déficit». A juicio del presidente francés, es posible armonizar estímulos para el crecimiento y rigor presupuestario . El programa presidencial de Hollande prevé cumplir la disciplina fiscal del pacto presupuestario en 2013 o 2014.

Horas después de instalarse en el Elíseo, Hollande viajará este miércoles a Berlín para cenar con Angela Merkel y «echar los fundamentos» del nuevo diálogo de fondo entre Francia y Alemania.

Será, al mismo tiempo, una prueba de fuerza y el primer paso de un «entendimiento forzoso», Europa no soportaría un «choque frontal» entre el presidente y la canciller. Ambos deberán ceder para intentar encontrar un terreno de entendimiento capital para todo el continente.

Hollande ha prometido «renegociar» el pacto presupuestario europeo. Merkel ha advertido que «no es negociable» . La canciller y el presidente deberán pactar un nuevo «modus vivendi» a lo largo de los próximos días y semanas, que «culminará» en la próxima cumbre europea de finales de mayo.

El presidente Hollande se siente todavía solo en Francia y Europa. De ahí sus mensajes hacia Madrid y Roma, sin olvidar el lanzamiento de la inmediata campaña de las próximas elecciones legislativas francesas, el 10 y el 17 de junio próximo: «Francia necesita una mayoría parlamentaria sólida y leal».

Dicho de otro modo, François Hollande advierte que la cohabitación entre un presidente socialista y una mayoría parlamentaria conservadora instalaría en París una cohabitación institucional que él considera «peligrosa» para Europa .