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HORIZONTE

Elecciones en el Reino Unido: Cómo hacerlo casi todo mal

May envió al debate a la ministra del Interior, que dos días antes había perdido a su padre, y ella se quedó en casa viéndolo en la tele

Theresa May, ayer en Silkstone, South Yorkshire, en una parada de su campaña REUTERS
Ramón Pérez-Maura

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La evolución del Partido Conservador británico en los últimos años y, en especial, en las semanas que han precedido a esta campaña electoral, ha sido de lo más descorazonadora. Aquel David Cameron que convocó las elecciones legislativas de 2015 –forzado por el calendario- obtuvo una inesperada mayoría absoluta ... . Eso le obligó a cumplir con una promesa electoral que aspiraba a poder olvidar. Ya se sabe que una de las cosas que sorprende a casi todos del malhadado Donald Trump es que hace lo que dijo en campaña que iba a hacer. Cameron prometió un referendo sobre Europa en la seguridad de que no lo tendría que convocar porque su coalición con los liberaldemócratas implicaría renunciar a esa promesa. Pero tuvo la sorprendente capacidad de conquistar una mayoría absoluta y desde ahí se vio obligado a cumplir con su promesa y convocar una campaña en la que su posición era carne de cañón. Hace un año caía derrotado por sus propias contradicciones en el referendo del Brexit . Y le sucedió Theresa May, un modelo de político ecléctico que hizo una discreta campaña por la permanencia en la UE. Pero sólo por su lealtad a Cameron, de quien era ministra del Interior. Y tan pronto como asumió la jefatura del Gobierno tras los navajazos que se sucedieron en el campo de los partidarios del abandono de la UE, ella dejó claro a los euroescépticos británicos que iba a promover un Brexit duro mientras intenta encontrar la forma de salvar los platos.

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