La ola de protesta del verano pasado lleva a las elecciones anticipadas del domingo

Un total de 20 partidos y 7 coaliciones participarán en la contienda electoral. Probablemente entre 5 y 8 partidos obtendrán escaños. Todos coinciden en señalar que el más votado será el partido de centroderecha GERB, del ex primer ministro Boiko Borisov, que casi dobla los resultados de los socialistas, que ya sufrieron un descalabro electoral en los comicios al parlamento europeo. El Movimiento de Derechos y Libertades, de la minoría étnica turca, le pisa los talones a los socialistas seguidos de dos o tres partidos más, entre ellos un nuevo fenómeno en el panorama político -Bulgaria sin Censura- que lidera el antiguo presentador de televisión Nikolai Barekov, figura de dudosa ideología y aún más dudosas fuentes de financiación. Las encuestas señalan que superarían la barrera del 4% indispensable para acceder al legislativo el centroderechista Bloque Reformista y el Frente Patriótico. El partido ultranacionalista Ataka podría no tener representación parlamentaria.

El gran problema de estas elecciones es quién y cómo formará gobierno para lograr la estabilidad política y económica que le urge a Bulgaria –campeón de la miseria en la UE según la fundación alemana Bertelsmann-, en el que según las estadísticas un 46% de los búlgaros viven con grandes privaciones.

Boiko Borisdov, líder de GERB, que podría haber sido el nuevo primer ministro en coalición con el centroderechista Bloque Reformista, manifestó el pasado jueves sin embargo: «No ve cómo podríamos formar gobierno. Se sobreentiende que rechazaré el mandato ya que no hay manera de negociar con todos esos partidos».

Los comicios se celebrarán en un ambiente de creciente pesimismo respecto a la situación económica y de gran negativismo respecto a la clase política. El sociólogo y politólogo Antonii Galabov afirma que «el actual modelo de partidos ya está totalmente agotado y los políticos no tienen nada que decir a los electores». Con este panorama, no hay que descartar otra crisis política y nuevas elecciones anticipadas que conducirían al país a una situación aún más calamitosa.