faltan tres días para el referéndum
Salmond, profeta a medias en su tierra natal
La campaña por el «sí» apura su campaña puerta a puerta en la localidad natal del líder nacionalista en busca de apoyos entre las clases más desfavorecidas y los abstencionistas

Linlithgow, una localidad escocesa de 13.000 habitantes al oeste de Edimburgo, fue ciudad de reyes en los siglos XV y XVI. En el palacio medieval que preside el lago de este coqueto pueblo de los West Loathians nació el rey escocés Jaime V, en 1512. Treinta años más tarde, vino al mundo entre esos mismos muros la vecina más afamada de la localidad, la futura reina María Estuardo, como recuerda una placa conmemorativa. En el número 101 de Preston Road, en cambio, no hay todavía placas, ni bustos, ni estatuas.
El «sí» confía en la teoría del «millón perdido»; el «no» se aferra a la «mayoría silenciosa» Pero algunos creen que no tardarán en erigirse si este jueves los escoceses optan por separarse del Reino Unido porque, en este humilde barrio de viviendas sociales, nació el día de nochevieja de 1954, Alex Salmond, líder del Partido Nacional Escocés (SNP) y auténtico «Braveheart» del nacionalismo moderno. Aunque el político escocés vive con su mujer Moira en Strichen, en el noreste de Escocia, su padre vivió en esta vivienda semiadosada hasta hace dos años.
Y, como si los movimientos telúricos transmitieran también las ideologías, el propietario actual ha colocado una pegatina por el «sí» a la independencia de Escocia. En las zonas más acomodadas de Linlithgow existen bolsas de votantes «tories», pero la ciudad bascula políticamente entre el laborismo y el SNP de Salmond. Según el censo, el 83% de sus habitantes ha nacido en Escocia por un 11% de nacidos en Inglaterra. Y solo el 0,62% habla el gaélico escocés.
«Hemos hablado con el 60% del censo local»
Están representados en Westminster por los laboristas, y por una diputada nacionalista en el parlamento escocés. En las últimas elecciones municipales, el avance del nacionalismo se reflejó con el 43% de votos obtenidos por los concejales del SNP. «Salmond no es un héroe en su propia tierra, aquí hay mucha gente que no quiere la independencia y, de hecho, no ha venido a hacer campaña», explica a ABC Eddie Cornock, uno de los activistas locales de la campaña independentista «Sí Escocia», que asegura que era normal verle haciendo compras en las tiendas.
A falta solo de tres días para la votación, los nacionalistas han desplegado a 35.000 voluntarios por toda Escocia. El objetivo es movilizar a los suyos, en los caladeros nacionalistas pero también entre laboristas y, sobre todo, los abstencionistas. El tiempo de convencer a los indecisos ya pasó. Con las encuestas señalando una leve ventaja del «no» a la secesión , cada voto cuenta. «En los últimos dos años hemos hablado personalmente con el 60% del censo local, a muchas casas hemos vuelto hasta cinco veces», explica Martyn Day, un afable concejal del SNP al mando del operativo puerta a puerta de estos últimos días de campaña.
«Hoy buscamos despejar posibles dudas de última hora entre quienes se inclinan por el “sí”, incentivar que voten por correo, y asegurarnos de que el jueves vayan a los colegios electorales», añade. Al frente de una caravana de dos coches y cinco voluntarios –además de este periódico en calidad de observador-, Day pone rumbo a Bridgend, un pequeño municipio del condado habitado sobre todo por familias humildes de clase trabajadora, dependientes en su mayor parte de los subsidios sociales.
La teoría del «sí»: los abstencionistas
«El jueves se espera una participación del 70-80%, lo que quiere decir que muchos van a votar por primera vez, y nuestra teoría es que no votarán por el status quo sino por el cambio», explica Cornock, un profesor de secundaria socialista de 65 años nacido en Perú de padre escocés y madre peruana. «Si tenemos en cuenta que suele votar el 50%, hablamos de un 20-30% del censo que no está en el mapa porque las encuestas telefónicas priman a quienes tienen una dirección fija y teléfono en casa», señala.
Es la gran esperanza de la campaña nacionalista: llevar a las filas del «sí» a lo que Salmond ha calificado como «el millón perdido», compuesto por los sectores abstencionistas y desfavorecidos que no participan en el juego político de este país de 5,3 millones de habitantes, y que tienden a cambiar más a menudo de domicilio y a carecer de teléfono fijo. El veterano presentador de la BBC, Andrew Marr, una de las figuras más influyentes del periodismo británico, se hacía eco así ayer de esta estrategia.
«Los sondeos no miden la potente campaña de registro de nuevos votantes»«Lo que las encuestas no están midiendo en estos momentos es una potente campaña de registro de votantes en las viviendas sociales; están registrando un número altísimo de nuevos votantes por el “sí”, por lo que la carrera está mucho más igualada de lo que indican los sondeos». Con ayuda de la base de datos electorales de la campaña nacionalista, Day –un veterano concejal nacionalista desde 1999- reparte a sus ayudantes papeletas de voto postal y propaganda personalizadas con etiquetas con el nombre y la dirección de sus objetivos para hoy.
Son vecinos que constan en sus listas como votantes del «sí», a los que entregan un folleto rojo (laborista) o azul (SNP) en función de lo que diga su casilla de afiliación política. Unos pocos se han pasado al «no». «Solo dos o tres casos de 1.500 personas registradas», asegura Day. Otros dos han fallecido desde la última vez que patearon estas calles. «Quizás les dio tiempo a votar por correo», dice con sorna uno de los voluntarios.
En una de las viviendas, George Morrin se mantiene fiel a la independencia. Acepta los folletos de Martyn vestido con el pantalón del pijama y tatuajes por todo el cuerpo, y nada que disimule su flagrante sobrepeso de cintura para arriba. Dos niños pequeños en ropa interior tirados por el suelo no le dan mucho tiempo para la tertulia. Con aires de barriada obrera a lo Ken Loach, Bridgend no es territorio fácil.
La teoría del «no»: la «mayoría silenciosa»
Este trabajo de campo de la campaña «Sí Escocia» ha sido alabado hasta por diarios unionistas como el Herald, que ayer mismo defendía que, aunque gane el «no», la coalición Mejor Juntos «habrá perdido la campaña». Los defensores del «no», por su parte, se aferran a la teoría de la «mayoría silenciosa», con la esperanza de que las dudas económicas y monetarias que plantea la secesión inclinen a muchos por el «no».
« Los riesgos son mucho mayores si Escocia tiene que hacerles frente sola», asegura tímidamente Arran Maitland, el joven de 16 años al mando del discreto operativo dominical de la campaña Mejor Juntos en Linlithgow. «Yo nací en Inglaterra y me adoptaron aquí cuando tenía 18 meses, soy escocés, pero quiero seguir formando parte del Reino Unido», defiende. A su lado, su amigo Myles, de 17 años, enarbola con desgana las pegatinas del «no». Ni siquiera tiene claro su voto. «He venido solo para ayudar a este», dice.
Con 16 y 17 años, ambos podrán votar el jueves en el referéndum. Pero, a la hora de elegir hijos predilectos de la ciudad, no se inclinan ni por María Estuardo ni por el posible «virrey» Salnond de una Escocia independiente. Les hace mucha más gracia saber que también nació en Linlithgow Montgomery Scott, el personaje ficticio «Scotty» de la saga Star Trek, un 3 de marzo de 2222. El guión de la serie especifica solo que Escocia forma parte del «Planeta Tierra». El jueves sabremos si como parte del Reino Unido o como nuevo estado soberano.
Noticias relacionadas
- ¿Será Murdoch la bala de plata para la campaña del «sí» a la independencia de Escocia?
- Isabel II sale en respaldo de la Unión: «La gente tiene que pensarlo muy cuidadosamente»
- Los que se juegan el dinero lo tienen claro: Escocia no será independiente
- Temor a los planes de Salmond de sacar la flota nuclear de Escocia en 2020 si gana el «sí»
- «Queremos ser patriotas y escoceses, pero sin un Estado independiente», claman los orangistas
- La batalla por el menguante oro negro del Mar del Norte
- Laboristas, mujeres y abstencionistas impulsan el «sí»
- Los clanes escoceses aparcan el referéndum para conmemorar las gestas de la era Braveheart
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete