La ofensiva yihadista en Irak salpica a Turquía
El grupo que mantiene secuestrados a 79 turcos podría haber recibido asistencia del gobierno de Erdogan en el pasado
Si hay un país donde se van a sentir las consecuencias del avance del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) , ese es Turquía. 79 ciudadanos turcos permanecen secuestrados por la milicia yihadista, a pesar de los esfuerzos del gobierno y los servicios de inteligencia turcos por asegurar su liberación.
Tan solo uno de los rehenes, un camionero turco, ha conseguido escapar y cruzar la frontera turca, mientras que una treintena de sus compañeros permanecen en manos del EIIL. Los otros 49 prisioneros fueron capturados tras la toma, hace dos días, del consulado de Turquía en la ciudad de Mosul. Entre ellos se encuentra el propio cónsul general, Öztürk Yilmaz, y siete miembros de las fuerzas especiales que custodiaban el edificio.
Las autoridades turcas han pedido a todos sus ciudadanos en Irak que abandonen las áreas de Mosul, Kirkuk, Selahaddin, Siyala, Anbar y Bagdad. Hacia esta última ciudad avanzan las columnas de combatientes del EIIL. La embajada turca en la capital, sin embargo, permanece abierta, tratando de organizar la evacuación de sus compatriotas en el país, un total de 125.000 personas.
El secuestro ha desatado una tormenta política en Turquía, empezando por el hecho de que el Ministro de Exteriores, Ahmet Davutoglu, aseguró a través de Twitter, tras la toma de Mosul por el EIIL, que se habían «tomado las necesarias medidas de seguridad para el consulado». La afirmación demostró ser falsa cuando, apenas unas horas después, los yihadistas se hicieron con el control del edificio.
Un apoyo controvertido
Más perjudicial aún para el gobierno ha resultado la difusión de una fotografía , supuestamente tomada el pasado 16 de abril, en el que se ve a un comandante del EIIL, Mazen Abu Muhammad, recibiendo tratamiento médico gratuito en un hospital público de la ciudad turca de Hatay. No es ningún secreto que los insurgentes heridos son atendidos en Turquía, pero se trata de algo que las autoridades prefieren no airear mucho. Y menos si, como es el caso, se trata de miembros de un grupo considerado terrorista internacionalmente.
Muharrem Ince, jefe del grupo parlamentario del CHP, el principal partido opositor, ha pedido explicaciones en el Parlamento sobre dicha fotografía. «Si ahora callamos es para dejar que el gobierno trabaje más cómodamente en esta situación e impedir que se dañe a nuestra gente, nuestra bandera y nuestro país. Pero en el futuro hablaremos sobre en qué punto las políticas erróneas han drenado nuestro país, y la clase de problemas que nos han traído aquellos a los que habéis alimentado, tratado y asistido», afirmó la semana pasada.
Otro diputado del mismo partido, Ihsan Özkes, mostró lo que parece ser un documento oficial, que según él muestra cómo las autoridades turcas permitieron que militantes yihadistas del Frente Al Nusra, la rama oficial siria de Al Qaida, se alojasen en una casa de huéspedes perteneciente a la Dirección de Asuntos Religiosos de Turquía en Hatay. La operación, según Özkes, habría sido orquestada por los servicios de inteligencia turcos , para utilizar a los milicianos contra combatientes kurdos del PYD, la rama siria de la guerrilla kurda del PKK. El apoyo de las autoridades turcas a los yihadistas en el norte de Siria ha sido denunciado repetidamente por los activistas kurdos .
«Importancia estratégica»
«Es importante proporcionar el apoyo necesario a los oficiales de inteligencia para asistir a los combatientes de Al Nusra, incluyendo a tunecinos y chechenos, que han sido traídos aquí bajo la supervisión del MIT [el servicio de inteligencia turco] para luchar contra el PYD-PKK, cruzando la frontera de Siria y cumpliendo con la confidencialidad que requiere el asunto», dice el documento. «La provincia de Hatay tiene una gran importancia estratégica en el paso de combatientes desde las fronteras de nuestro país a Siria. El apoyo logístico a grupos islámicos, su entrenamiento y el tratamiento de los heridos se llevará a cabo principalmente desde allí. Se ha encargado el asunto al MIT y a otras autoridades relevantes», afirma.
El gobierno turco trata ahora de contener el desastre de relaciones públicas que esto supone. «¿Ha proporcionado Turquía armamento o ayuda financiera a estos grupos? Absolutamente no, y todo el mundo lo sabe», declaró este fin de semana el viceprimer ministro Bülent Arinç, quien también negó que los incidentes de Irak impliquen que Turquía se haya «convertido en objetivo» de los grupos yihadistas.
Para complicar aún más las cosas, la guerrilla kurda del PKK, cuyo grueso de combatientes y bases logísticas se encuentran en las montañas del norte de Irak, ha anunciado su intención de combatir al EIIL junto a los ‘peshmergas’ iraquíes. «Los ataques del EIIL han vuelto a probar la necesidad de construir la unidad nacional kurda. Los avances del Kurdistán están hoy bajo amenaza, pero el Kurdistán no está indefenso», afirma la organización, cuyas relaciones con los líderes kurdos iraquíes y sus milicianos -los ‘peshmerga’, o ‘aquellos que se enfrentan a la muerte’- están lejos de ser idílicas.
Ahora, la amenaza de los yihadistas podría cambiar eso: «Las fuerzas guerrilleras del Kurdistán tienen suficiente poder para responder a los ataques del EIIL bajo cualquier circunstancia, y están listas para luchar de forma activa con las fuerzas peshmerga y ofrecerles pleno apoyo», asegura el PKK.
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