El secreto de Franco para aplastar la resistencia rifeña en Alhucemas
Durante el desembarco del 8 de septiembre de 1925, el entonces coronel contaba con un grupo de carros de combate Renault FT
Un historiador desvela la verdadera causa que provocó la debacle de Alemania en la Gran Guerra
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Iniciar sesiónLos inicios del siglo XX eran tiempos de sangre, muerte y balas; años, que exprimieron las materias primas y la población de Europa hasta la extenuación. Por eso, en países como Francia comenzó a germinar una idea: era necesario construir un vehículo acorazado de bajo ... coste capaz de destruir las trincheras de la Gran Guerra y causar terror en los soldados enemigos. En estas andaba el país galo cuando hizo su aparición en escena el general francés Jean-Baptiste Estienne, un visionario que, convencido como estaba de la necesidad de incorporar al ejército carros blindados, propuso el proyecto a un conocido fabricante de vehículos.
«En julio de 1916, Estienne planteó el tema al fabricante de coches Louis Renault en un encuentro casual en el hotel Claridge. Renault se había negado anteriormente a verse implicado alegando la falta de experiencia de su firma en vehículos con orugas. Pero Renault sintió curiosidad por la idea del carro ligero y accedió a iniciar estudios de diseño de un vehículo de este tipo», señala el historiador Steven J. Zaloga en su obra 'El carro ligero Renault FT'. Así comenzó la historia de un blindado revolucionario para su época.
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Ese mismo año comenzó la construcción de este nuevo ingenio mecánico que hizo su aparición oficial a comienzos de 1918 tras varios retrasos burocráticos. De pequeñas dimensiones y escaso peso, apenas 5 metros de largo, 2,1 metros de alto y 6,6 toneladas, este blindado podía alcanzar una velocidad de hasta 8 kilómetros por hora, lo que le situaba por delante de algunos de sus antecesores como el Mark I, con 4,5 km/hora. Su diseño sentó además las bases de lo que, en un futuro, sería la industria de los blindados. «El Renault FT fue el primer carro de combate del mundo moderno. Sentó los principios de la configuración básica que los carros han seguido desde 1917 hasta hoy», señala el experto en su obra.
Algunos meses después su uso se generalizó en el frente por delante de los pesados blindados anteriores. Y es que, ya fuera armado con una ametralladora Hotchkiss o un cañón de 37 mm, ofrecía grandes ventajas durante la batalla. Sobre el papel, su bajo coste y sus características provocaron que pudieran usarse grandes batallones de estos blindados para atacar las posiciones enemigas. «En lugar de desafiar las defensas alemanas con un blindaje inexpugnable, se las desafiaría con una multitud. Podían fabricarse cinco pequeños Renault FT por cada carro pesado. Los FT serían blancos mucho más difíciles debido a su pequeño tamaño, y un 'enjambre de abejas' de FT vencería al pequeño número de cañones alemanes por la fuerza de su cantidad», finaliza.
Llegada a España
Con estos precedentes no es raro que España demostrara en 1918 su interés a Renault por hacerse con varios de estos carros de combate. No obstante, hubo que esperar hasta marzo para que a nuestro país llegara el visto bueno de Francia, la cual se comprometió a enviarnos tres de sus FT, uno ametrallador y dos armados con sendos cañones de 37 mm. El primero de estos blindados llegó semanas después a Madrid, donde pasó de forma satisfactoria varias pruebas frente al rey Alfonso XIII. Su coste fue de unos 60.000 francos, unas 49.000 pesetas.
La posterior guerra en Marruecos contra los rifeños obligó a España a adquirir 11 Renault más. Así pues, se formó una compañía de blindados que se trasladó al protectorado en 1922 dispuesta a acabar con la rebelión. Fue a mediados de marzo de ese año cuando 8 de estos carros tuvieron su bautismo de fuego en combate. Aquella jornada, los FT apoyaron el ataque de varios regimientos de infantería sobre una posición enemiga, aunque sin mucho efecto más allá del psicológico.
Poco después, 12 FT fueron utilizados, bajo la dirección del entonces comandante Francisco Franco, en el desembarco que España llevó a cabo en Alhucemas para recuperar el territorio perdido ante Abd el-Krim. Aunque los blindados no fueron muy efectivos debido a que tuvieron serias dificultades para llegar a tierra, los Renault se convirtieron en los primeros tanques que participaron en un desembarco anfibio. Al final, y tras algunas incorporaciones, 18 FT volvieron a la península en 1926, donde fueron encuadrados en dos nuevos regimientos de carros; uno ubicado en Madrid y otro en Zaragoza respectivamente.
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Todo cambiaría para los Renault en 1936, con el inicio de la Guerra Civil. «Los republicanos conservaron en Madrid el 1er Regimiento de Carros Ligeros de Infantería, mientras que los sublevados se apoderaron en Zaragoza del 2º. Este último fue utilizado brevemente en el frente de Huesca, pero su mal estado mecánico los dejó pronto inoperantes. Los republicanos emplearon sus FT en la defensa de Madrid. Estos fueron reforzados en 1937, cuando Polonia vendió 16 de sus Renault a Uruguay, terminando estos en España con las fuerzas republicanas», completa Zaloga. Acabada la contienda, y ya con muchos años a sus metálicas espaldas, estos anticuados carros no fueron inscritos en las nuevas unidades mecanizadas españolas.
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