Tamara Falcó habla de los planes de ser madre: «Me encantaría, pero no es algo que me agobie»

La 'socialité' se ha mostrado feliz al hablar de su matrimonio con el empresario. «Se parece mucho al noviazgo pero con una unión especial, yo creo que es el Sacramento», ha explicado antes de decir que han tenido alguna disputa pero que, rápidamente se ha solucionado. Además, en cuanto a las labores del hogar, la hija de Isabel Preysler ha deslizado que ambos son bastante «ordenados» aunque hay «alguien que nos ayuda». Eso sí, Falcó y Onieva ya cuentan los días para poder vivir juntos en su propia casa -ahora están en Puerta de Hierro-: «La obra ya está casi finiquitada. Estamos deseando mudarnos». El inmueble está compuesto por «dos cuartos» y «no es muy grande, son 160 metros cuadrados». «La terraza tiene casi lo mismo», ha añadido.

No obstante, no descarta cambiar de casa cuando decidan ampliar la familia: «Encontraremos otro sitio donde vivir». Un hecho que puede llegar más pronto que tarde. Respecto al seguimiento de fertilidad al que se está sometiendo, Falcó ha explicado que «los médicos dicen que soy una chica sana y que todo va bien». Y aunque es consciente de que su edad «es un factor importante», «me han dicho que me lo tome con calma». «Es simplemente una forma de asegurarnos de que todo va bien. No estoy agobiada», asevera la marquesa de Griñón.

Hace unos meses, cuando iniciaron su luna de miel, trascendió que los planes de ser padres deberían posponerse por las vacunas que se pusieron ya que esto podría suponer un riesgo para el bebé. Aunque esa espera ya ha quedado atrás: «Cuando volvimos nos dijeron que a las dos semanas, si no habíamos tenido síntomas, bien». Por eso, será feliz «cuando venga». Es algo que «me encantaría». Tamara Falcó está feliz, pletórica. Y lo ha conseguido gracias a hacer «borrón y cuenta nueva» a los obstáculos con los que se han topado: «Hay cosas que han sido dolorosas, hemos aprendido de ellas. No me imagino la vida sin Íñigo».