Así es Pablo Vera: el tiktoker que logró subirse al escenario en el último concierto de su ídolo, Quevedo

Tener amigos en común no fue suficiente, si lo ha sido su trabajo en redes. «Yo fui a ver a Quevedo cuando él se hizo muy famoso en Cayo a la Nochita, una fiesta. A mí ya me gustaba muchísimo de antes, yo era el tipo que le enseñaba a sus amigos un cantante, para ver si lo descubrían y tenían el mismo gusto. Y cuando fui a esa fiesta, él estaba en el escenario y yo le tiré mi móvil para que me hiciese un vídeo, que no sé dónde lo tengo, nunca lo he podido subir porque ese vídeo está perdido. Y yo en ese momento pensé 'imagina que se puede vivir de esto, o se puede llegar a vivir y cumplir un sueño a la vez y que te guste además…' y así fue como comenzó en TikTok a principio de 2023.

Y ese paso adelante le ha llevado a cumplir lo que soñó aquella noche en que vio a Quevedo por primera vez; poder estar junto a él en un escenario. Hace solo unos meses, decidió tratar, sin mucha esperanza, de mover los hilos para hacerlo realidad: «esto salió a raíz de Madrid, en los conciertos de Madrid en el Wizink él subió a gente a cantar. No sé con qué criterio y no sé por qué. Y yo siempre le comentaba de broma por redes 'chacho, que me subas, que me subas…» pero nunca pensó que llegaría a ocurrir. Y pasado ese concierto se le ocurrió una idea, «hablé con sus amigos y les dije que, si querían escuchar lo que había pensado, les dije que podía subir un video y que fuera un reto y les gustó la idea, ellos pusieron la cifra, yo no dije cifras. Y un día de repente me llegó el audio de Pedro (Hace referencia a un audio que él subió a redes donde Quevedo le dice que si llega al millón de likes lo sube al escenario en el concierto de Canarias), y lo subí, y sinceramente no pensé que fuéramos a llegar al millón, porque es una locura, pero lo hicimos».

Y cumplió su sueño, subirse al escenario a cantar Wanda, «era como estar en el cielo, no te das cuenta de lo que te decía, o sea, yo subí y él me dijo, qué guapo y no me enteré, no me enteré, me enteré luego en los vídeos. Le dije, le di un abrazo y le dije, 'te quiero mucho, no sé, gracias por esto'» explica. «Empezamos a bailar, yo no quería ni cantar, yo no quería estar en el escenario con él, porque en el vídeo parece que es una carrera, él está como persiguiéndome, pero literalmente estaba como en el cielo, con la gente en el cielo, y solo bajaba a la tierra cuando Pedro me decía algo. Si quería bailar un paso conmigo, si me quería dar el micrófono… cuando yo le avisé para el vídeo en TikTok que se me olvidó, que quería grabar un vídeo con él arriba, se me olvidó hasta el final. Eso ya estaba avisado él, además, pero bueno, muy bien» continúa.

Cuando bajó del escenario no pudo evitar llorar. Los cientos de fans que habían conseguido entrada en primera fila le gritaban y pedían fotos sin parar. Fue un día que Pablo nunca olvidará, pero del que además ha sacado más rédito del que nunca pensó, pues sus redes sociales han crecido considerablemente desde que se puso bajo los focos, tanto en TikTok como en Instagram han aumentado en más de cien mil seguidores, algo muy difícil de conseguir y que, para él, que se dedica a ello, se traduce en la posibilidad de contratos con una cifra más elevada, pues su público es ahora mucho mayor. Ha sido un negocio y un sueño, un plan sin fisuras que ha disfrutado como un niño pequeño.