De Julio Iglesias a Bisbal: la ilustre lista de españoles que lograron vengar su amarga derrota en Eurovisión

La nueva propuesta española es Melody, que tampoco arranca como favorita para ganar. De hecho, lo raro es que ocurriera si se atiende al historial de España en el festival. Hasta la fecha solo ha habido dos éxitos, los de Massiel y Salomé, en 1968 y 1969, y a ver cuántos años más quedan por vivir esa experiencia de asistir a cada votación con cierto sonrojo. Pero sí, hay vida más allá de Eurovisión, como demuestra estos triunfadores posfestival.

El cantante de Linares no solo actuó una vez en Eurovisión, sino dos. Primero fue en 1966 con 'Yo soy aquel' y repitió al año siguiente con 'Hablemos de amor'. Fue séptimo y sexto, respectivamente. Y hasta pudo haber una tercera oportunidad, pero Raphael entendió que ya había tenido bastante. El resto ya es historia: es una leyenda de la canción española y sigue en la carretera desafiando el paso del tiempo y cualquier problema de salud. Un titán.

Julio Iglesias aterrizó en Eurovisión en 1970 tras los sonados triunfos de Massiel y Salomé. Y allá llegó el seductor vocalista gallego con su 'Gwendolyne', pero acabó cuarto cuarto. En hasta cuatro idiomas se pudo escuchar ese estremecedor comienzo: «Tan dentro de mí / Conservo el calor / Que me haces sentir / Conservo tu amor». La venganza de Julio Iglesias con Eurovisión se explica por sí sola desde su mansión de Miami.

El rey de la rumba aterrizó en Brighton 74 para llevar su modelo de canción española y su guitarra de madera noble, pero nada pudo hacer para derribar el 'Waterloo' de ABBA. Peret ya era una estrella mundial con su 'Borriquito' y no quería ir a Eurovisión, pero le obligaron. Le amenazaron de muerte y tuvo que viajar con escolta. Interpretó 'Canta y sé feliz', un título que en sí mismo ya parecía una amenaza. Quedó noveno.

En la España de La Movida, la de 1985, el país eligió a la muy popular Paloma San Basilio, pletórica de éxito con el musical de Evita, para acudir a la edición de Eurovisión celebrada en Gotemburgo. No pasó del decimocuarto puesto con 'La fiesta terminó', pero ella continuó con lo suyo, sumando éxitos encadenados en escenarios y televisión.

Las raciales hermanas Salazar fueron elegidas para representar a España en la edición de Zagreb 1990 con la indiscriptible 'Bandido'. Cómo olvidar aquel momentazo con un fallo técnico que impidió que las percusiones pregrabadas no fuesen al mismo ritmo que la orquesta y que obligó a las artistas a volver a empezar. Al final quedaron quintas, que ni tan mal.

La voz quebrada, pasional y excesiva de Sergio Dalma fue la encargada de representar a España en Roma 1991 y lo hizo nada más y nada menos que con el icónico 'Bailar Pegados'. La demostración más clara de que una canción puede no triunfar en Eurovisión pero sí hacer millonario al intérprete. Luego vendrían más éxitos como 'Galilea', 'Te amo' y muchos más. Más de cuatro millones de discos vendidos en 30 años de carrera avalan la carrera del catalán.

El cantante almeriense acudió al festival de Tallín 2002 en plena fiebre de triunfitos. Pero para su decepción, no lo hizo en calidad de primer espada, sino como miembro del coro que acompañaba a la titular, la entonces arrasadora 'Rosa de España', y quedaron séptimos con la poco estimulante 'Europe's living a celebration'. David Bisbal completó su doble venganza con una carrera llena de giros imposibles y éxitos populares.

La mujer del portero David de Gea expuso un caso muy curioso: quedó vigesimoprimera con una cosa llamada 'Amanecer', pero ganó el premio a la participante mejor vestida de la gala. Marca España. La carrera de Edurne se relanzó a partir de tal distinción y con su 'Catarsis' alcanzó la gloria.