La increíble historia de la hija de Yoko Ono que fue secuestrada, criada en una secta y no vio a su madre en décadas
A sus 61 años, Kyoko ha relatado su durísima infancia al 'Daily Mail'
Vivió durante mucho tiempo en una granja de Iowa incomunicada y sin televisión
Una agenda apretada, el elixir de la eterna juventud de Yoko Ono
John Lennon y Yoko Ono, en Nueva York.
Ocurrió que en la década de los 70, John Lennon y Yoko Ono se mudaron a Nueva York. Hubo varios propósitos, pero uno de ellos ha permanecido durante largo tiempo en secreto: querían buscar y devolver a casa a la pequeña Kyoko, ... secuestrada a los siete años por su padre, Anthony Cox, exmarido de la japonesa. No fue hasta 30 años después cuando Kyoko llamó a su madre.
«Cuando la gente escucha mi historia, no entiende cómo era antes de Facebook«, ha revelado Kyoko, de 61 años, al 'Daily Mail'. John Lennon y Yoko Ono intentaron durante mucho tiempo contactar con ella y convencerla de que volviera a casa. Kyoko no sabía nada mientras crecía en una de esas sectas del Medio-Oeste americano que tanto terror dan.
Cox, el segundo marido de Ono, secuestró a Kyoko durante su batalla legal por la custodia, violando una orden judicial. «Suena cruel. Pero vivía en una granja en Iowa. No teníamos televisión. Y mucha gente no entiende que exista un estilo de vida así», ha comentado al citado medio. Pero la increíble historia tiene todavía más ramificaciones y hasta conexiones con Mallorca.
El viaje de John y Yoko a Mallorca
Resulta que en 1971, Cox y su nueva esposa, Melinda Kendall, llevaron a Kyoko a España y la matricularon en un curso iniciático de meditación en Mallorca. Yoko Ono se enteró del traslado a través de sus abogados y tanto ella como John Lennon volaron inmediatamente a España para recoger a Kyoko a la salida del colegio. Pero luego fueron arrestados en su habitación de hotel por intento de secuestro.
Kyoko y sus padres acabaron acudiendo a los tribunales, donde el juez le preguntó a la niña con quién quería vivir. Aunque no quería elegir, el juez insistió. «Entonces, dije que mi papá, y mi madre se enfadó… Sentí que tenía que tomar una decisión imposible», ha dicho ahora.
En cuanto a su razonamiento, hay algo comprensible en Kyoko: «Mi mamá y John eran personas increíblemente ocupadas. Normalmente, cuando iba a quedarme con ellos, tenía una niñera, y a veces no los veía en todo el día. Y con mi papá y mi madrastra, soy su única hija». Cox finalmente se llevó a Kyoko de vuelta a Estados Unidos. Y en la Nochebuena de 1971, a pesar de que Yoko Ono tenía derecho de visita, se negó a llevar a Kyoko con su madre. Un nuevo final.
Y los años fueron pasando...
«Cuando nos fuimos de Houston, éramos prófugos», admitió Kyoko. «Fuimos a Los Ángeles y asistimos a una iglesia relacionada con la nuestra en Houston... y nos acogieron por un corto tiempo. Entonces [la congregación] nos dijo: 'Hemos orado al respecto y realmente necesitan devolver a Kyoko a su madre', lo cual no era lo que mi padre quería oír», ha continuado.
Entonces Cox trasladó a su familia a The Living Word Fellowship, una secta disuelta en 2018 debido a acusaciones de conducta sexual inapropiada. «Hoy, como adulta, la mayor ironía para mí es que, en cierto modo, dejamos una secta cuando abandonamos a los Beatles y a John y Yoko. La gente es fanática de ellos, al punto de ser miembros de una secta», ha analizado Kyoko.
Aquella niña creció, se formó, se casó en 1992 y se hizo maestra. Y llamó a Yoko Ono. «Para entonces, llevaba seis años enseñando en una escuela pública. Y realmente entendía a los niños y a las familias mejor que mis padres. Quiso verme enseguida y entonces empezamos a pasar tiempo juntas», ha contado.
Actualmente, Kyoko lleva una vida tranquila, alejada de los focos. Ella y Helfrich, de quien se divorció en 2018, tienen dos hijos: Emi, de 27 años, y John, de 25. «Realmente no me interesa ser una figura pública», ha concluido como colofón a una de esas historias tan increíbles que ocurrieron hace décadas y que se siguen repitiendo aunque de desconozcan.
Ver comentarios