El drama de la princesa de Tailandia: de la hipótesis de muerte cerebral al silencio sepulcral del rey
Hace un año, la posible heredera del trono tailandés, Bajrakitiyabha, fue ingresada por una «inflamación del corazón» y una «alteración grave del ritmo cardíaco» a causa de una bacteria. Las noticias sobre su estado de salud cesaron el 7 de enero
La hija del Rey de Tailandia, al borde de la muerte

Era mediados de diciembre de 2022 cuando la Casa Real de Tailandia anunciaba la fatal noticia: la princesa Bajrakitiyabha, primogénita del rey Maha Vajiralongkorn, había ingresado en el Hospital Conmemorativo rey Chulalongkorn de Bangkok después de desmayarse a causa de un problema cardíaco mientras entrenaba con sus perros para una competición canina. En un primer momento, explicaron que su estado era «estable hasta cierto punto» aunque parte de sus órganos dependían de máquinas.
Unos días después y ante la preocupación que levantó la información, Palacio Real confesó que la princesa Bajrakitiyabha seguía sin recuperar la consciencia y que el contratiempo de salud llegó por una bacteria que había provocado una «inflamación del corazón» y, por ende, una «alteración grave del ritmo cardíaco». La Casa Real de Tailandia siempre ha sido hermética en lo que concierne a su vida privada y, en esta ocasión, también lo ha sido. Desde aquel comunicado, emitido el 7 de enero, no han vuelto a dar datos sobre su salud aunque son muchas las teorías que circulan sobre su estado.
La que hizo saltar todas las alarmas, más aún, fue la de Andrew MacGregor, especialista en Asia y Oriente Medio. El periodista irrumpió en Twitter explicando que «los médicos inicialmente asumieron que había tenido un ataque al corazón -el de Bha, como llaman cariñosamente a la princesa en Tailandia-, pero concluyeron que sufrió una hemorragia subaracnoidea en el cráneo que hizo que su corazón dejara de latir». También deslizó que «debido a que se le mantiene artificialmente viva conectada a una máquina, técnicamente no está muerta, aunque no hay perspectivas de recuperación. Después de que Bajrakitiyabha llegara al hospital, no tuvo latido ni función cerebral durante más de 10 horas. Los médicos no se atrevieron a declarar su muerte cerebral hasta el jueves 14 de diciembre».
Rezos diarios
El rey Rama X no ha querido confirmar ni desmentir los rumores. Tampoco actualizar cómo se encuentra su primogénita. Maha Vajiralongkorn se ha limitado a invitar a la sociedad tailandesa a ofrecer «buenos deseos» para la princesa y a pedir a las autoridades que se encarguen de organizar rezos -dos veces por día- multitudinarios para que Bajrakitiyabha tenga una «buena salud» y su recuperación llegue más pronto que tarde. También, con motivo de su 45 cumpleaños, el 7 de diciembre, abrieron una página web en la que cualquier ciudadano podía felicitar a la posible heredera al trono tailandés -el monarca aún no ha confirmado quién será su sucesor-.

Pese a que en la ley tailandesa predomina la primogenitura masculina sobre la femenina a la hora de ascender al trono, el hecho de que Rama X no haya designado un sucesor oficial, hace que muchos consideren a la princesa Bajrakitiyabha la heredera no oficial de la corona tailandesa al ser su primogénita. Otros creen que será el príncipe Dipangkorn Rasmijoti, de 18 años, el encargado de relevar a Maha Vajiralongkorn cuando este fallezca. Y por si fuera poco, la vuelta, hasta en dos ocasiones desde verano, del príncipe Vacharaesorn Mahidol, de 42 años, a Tailandia tras casi tres décadas de exilio, ha reavivado el debate sobre que vástago -tiene siete, tres legítimos y cuatro ilegítimos- será el que ascienda al trono con su muerte.
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