Bigote Arrocet regresa con un mensaje directo a las Campos: «Sigo esperando que me paguen»

Bigote Arrocet fue pareja sentimental de María Teresa Campos durante casi seis años y ahora vive entre Chile y Londres. Tras una temporada fuera, el peculiar humorista ha regresado a España para asistir al homenaje que se le ha tributado al realizador de televisión Fernando Navarrete por su trayectoria profesional y ha aprovechado la ocasión para mandar un recado a dos de sus fijaciones, como son Terelu Campos y Carmen Borrego.

«Sigo esperando que me paguen», ha dicho Bigote Arrocet en el acto celebrado en un restaurante de Madrid, donde también ha asegurado que ha intentado contactar con las hermanas para aprovechar el viaje, pero que le ha sido imposible.

«Estoy dejando pasar un tiempo prudencial porque creo en la honorabilidad y espero que un día me llamen y que lo hagan como quieran», ha explicado a los medios en relación con el motivo de su reclamación.

De lo que habla el humorista es una cantidad que, según señala el interesado, corresponde a dos préstamos que le hizo a María Teresa Campos en un momento de necesidad de la difunta periodista. Siempre según su versión, el primer préstamo era de 10.000 euros y el segundo ascendía hasta los 40.000. Ambos los realizó cuando vivía junto a «Teresita», como todavía la llama.

No es ningún secreto que Bigote Arrocet no tiene trato, por decirlo suavemente, con las dos hijas de María Teresa Campos, aunque sí hay un nombre del clan al que salva: es José María Almoguera, el hijo de Carmen Borrego. «Le quiero mucho porque vivimos mucho tiempo juntos, siempre estaba visitando a su abuela», ha dicho.

Fue en agosto de 2014, hace ahora diez años, cuando se hizo pública la sorprendente relación de María Teresa Campos con el humorista, que nunca cayó demasiado bien a las hijas. Bigote Arrocet entiende ahora que son ellas las que deben hacerse cargo de la deuda.

Bigote Arrocet hizo estas declaraciones ante una prensa sorprendida con su nuevo look, que compararon con el de Flavio Briatore, el capo de la Fórmula 1. «Se ha italianizado», decían. Ha dejado de teñirse el pelo, que deja largo hacia atrás, lleva gafas de sol con cristales azules y muestra una barba cuidada y cortada, igualmente cana.

El propio humorista explicaba que uno de los motivos de su imagen más saludable y cuidada es que ha optado un estilo de vida libre de azúcar. Literalmente. «Yo soñaba con los pasteles y ahora ya nada, he evitado el azúcar, simplemente», justificaba a la prensa.