El dardo envenenado de Edmundo 'Bigote' Arrocet a las hijas de María Teresa Campos

En el comienzo del escrito, enviado a Saúl Ortiz y publicado en '20minutos', el humorista expresa que «me gustaría que Dios me hubiera bendecido con el don que le dio a Rubén Darío, Gabriela Mistral o la fácil y magistral pluma de Giovanni Papini para poder desahogar mi corazón con desenvoltura y poder expresar las cosas más lindas y destacables que atesoré durante los cinco años y siete meses que viví junto a Teresita, su verdadero nombre». Y aunque desde que rompieron su noviazgo la relación fue nula, guarda buen recuerdo: «Con ella compartí amor, viajes, comidas, secretos y confesiones mutuas».

Como han hecho grandes personalidades del ámbito político como Pedro Sánchez o Isabel Díaz Ayuso y otros compañeros de profesión como Ana Rosa Quintana, el argentino ha señalado la labor de Campos en el mundo de la comunicación: «Quiero destacar su amor al trabajo, su inteligencia, la facilidad de palabra y su carácter fuerte en algunos momentos». Y confiesa que la presentadora tenía «capacidad para moverse en las artes de las falsedades de ciertos seres humanos». «Los secretos y confesiones los conozco yo en toda su magnitud, ya que a nuestras edades no estábamos para contarnos mentiras», añade.

Arrocet apunta que María Teresa Campos , durante los años que compartieron, «trató a mi familia con amor y dulzura infinita, quizás más de la que yo traté a la suya por el poco tiempo compartido». Y es en ese momento del escrito cuando revela, según su opinión, que «de todos, el que más la conoció después de mí, fue Gustavo». Lo que supone un dardo envenenado dirigido hacia las hijas de la comunicadora ya que, en más de una ocasión, ha dicho públicamente que casi no iban a verla en el tiempo que duró le noviazgo. El argentino aprovecha la ocasión para, de nuevo, desmentir que terminase su relación mediante un mensaje: «Guardaré los recuerdos bonitos de la Morita hasta el día que me despedí de ella y no por un WhatsApp como muchos dicen».