Los dos testimonios inéditos de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'

Como ha reconocido Rocío Carrasco, siempre ha estado pendiente de los estudios de su hija, incluso tras la agresión. Lo hizo también cuando fue condenada a seis meses de libertad vigilada y acudía a un gabinete con psicólogos, a los que rogó que la mantuvieran informada en secreto de los avances de su hija.

Por su parte, Chus, la tutora de Rocío Flores en el colegio, tenía una relación especial con Rocío Carrasco porque había sido profesora suya cuando tenía 14 años: «Teníamos confianza desde el minuto uno». La tutora habla de la menor como una «adolescente normal que no estudiaba mucho», aunque reconoce que su atención en los estudios variaba en función de las épocas. Describe a Rocío Carrasco como una madre protectora que se preocupaba por las notas («Me da mucho coraje escuchar lo contrario»), por lo que sucedía en el colegio y que, gracias a su relación más estrecha, se permitió pedirle que la protegiera de cualquier cosa que pasara alrededor y que pudiera afectarla. De hecho, también le rogó que vigilara que la prensa que no accediera a la niña . La tutora ha reconocido que, en una ocasión, tuvieron que echar a un periodista que se coló en una función de fin de curso. Es la primera vez que la tutora de Rocío Flores participa en un programa de televisión. Nadie la había llamado hasta ahora.