Así ha reaccionado Isa Pantoja ante la reaparición de su madre biológica

Pero Isa no está por la labor de alimentar esta polémica y prefiere guardar silencio ante las palabras de Roxana. Preguntada por los periodistas de calle la joven se ha mostrado discreta: «No tengo nada que decir», aunque parece que no entra en sus planes, por el momento, encontrarse con su madre biológica, un tema sobre el que nunca se ha pronunciado públicamente.

La incursión de Chabelita en la vida de Isabel Pantoja comenzó en 1996, año en que la artista decidió volver a ser madre adoptando a una niña peruana. Un año le costó a la tonadillera tener a su hija en brazos . Su situación como personaje público le dificultó las gestiones necesarias en todo trámite de adopción y por ello se llegó a especular con que el proceso no había sido todo lo transparente que debiera.

Por aquél entonces, Fujimori estaba al frente del gobierno peruano. Alva Orlandini –quien era presidente del Tribunal Constitucional de Perú– afirmó que Pantoja «tuvo que pasar por las oficinas de Montesinos –asesor presidencial– para facilitar el trámite de adopción», a pesar de que la tonadillera negó haber hecho algún pago excepcional por la adopción de su hija.

Isabel Pantoja tuvo que declarar ante la Audiencia Nacional en 2003, y en su comparecencia –de más de una hora de duración– dejó claro que no cometió irregularidades en la tramitación de la adopción de Chabelita y que no pagó cantidad alguna –se hablaba de 80.000 dólares– a los responsables peruanos con los que tuvo que tratar para ello.

Tres años más tarde, la cantante fue investigada de nuevo al ser reabierto el caso porque una policía peruana –que fue guardaespaldas de la mujer de Paquirri en su visita al país– afirmó que fue testigo de los pagos ilícitos hechos por la tonadillera a Montesinos. Sin embargo, Pantoja aseguró que todo el dinero empleado en los trámites de adopción fue «para los abogados y para la notaría» que se encargaron del proceso legal y la agente fue dada de baja por estafa.

Finalmente, el Tribunal Constitucional de Perú concluyó que no había pruebas contra Isabel Pantoja y que la adopción era legal.