Antonio Orozco y otros famosos españoles seducidos por el mundo del vino

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Pilar Cavero

Este nuevo vino se ha elaborado con uvas provenientes de viñas de más de 60 años situadas en El Bierzo Alto, con una crianza de nueve meses en barricas de roble francés y más de doce meses en botella. Rafa Somonte, director técnico de Dominio de Tares (Sonrisa de Tares, El Paisano de Tares, Baltos, Cepas Viejas), ha sido el encargado de seleccionarlas y dice que esta colaboración ha dado a luz un tinto «brillante, con nariz intensa y compleja, redondo y con un tanino muy sutil». Para el músico, este 'Pedacitos de ti 2019', que sale al mercado con un precio de 49,50 euros la botella, es un «viaje sensorial que comienza con el color, revelando matices y profundidades que cuentan la historia de su madurez».

Orozco no es, ni mucho menos, el primer famoso español con vino propio. Personalidades conocidas de distintos ámbitos han incursionado anteriormente en este sector, ya sea poniendo su nombre en una etiqueta o aportando su mirada creativa en una edición especial como participando en una bodega como socios o, incluso, como propietarios y auténticos bodegueros.

Una de las celebridades que se metió en el negocio empujado por su pasión por el vino es Joan Manuel Serrat. El cantautor catalán ya retirado compró en 1998 una bodega en el Priorat, Perinet Winery, junto con dos amigos. La crisis de 2008 lo estranguló, aún después de haber invertido en viña y empezar a elaborar sus primeras botellas, y los terminó obligando a vender en 2013, aunque retuvo una pequeña participación en ella.

También el cineasta José Luis Cuerda, fallecido hace cuatro años, tuvo su propia bodega. Era un apasionado del vino y un enamorado de Galicia tras rodar allí su película 'El bosque animado'. Fundó Sanclodio en 2002 en el valle del Avia, en el corazón de Ribeiro y muy pronto su vino cosechó halagos y se convirtió en un referente de la zona. En 2022 Sanclodio pasó a manos de Carlos Moro, de Matarromera.

Otro famoso conquistado por el sector es el actor Imanol Arias, quien, al igual que su personaje en la serie 'Cuéntame' quiso ser bodeguero. Durante un tiempo lo consiguió como socio minoritario de Cepa 21, de José Moro, pero luego debió desvincularse por sus problemas fiscales. Por otra parte, lanzó su propio vino, bautizado Bruto, de la mano de la bodega murciana Gil, a la que descubrió a través del programa gastronómico que hizo para la televisión, 'Un país para comérselo'. Justamente su compañero en ese espacio televisivo y de profesión, Juan Echanove, gran gastrónomo, se unió a dos amigos para crear Los Hijos de la Albariza, con la que elaboraron su manzanilla 'La bien pagá'.

Entre los futbolistas también este es un negocio paralelo frecuente. David Silva tiene una bodega en Gran Canaria, Tamerán, que abrió a raíz de su pasión por el vino y tras iniciarse primero como inversor en la bodega Soto Manrique de Gredos junto a su compañero de la selección Sisi. Otro que tiene bodega propia es Andrés Iniesta, bautizada con su nombre y en su pueblo natal, Fuentealbilla, en Albacete. Este lugar es «la culminación de un sueño, el de la familia Iniesta-Luján, que hace muchos años, creyó en que algún día, podría llegar a elaborar sus propios vinos», reza su página web. Fundada en 2010, tiene hotel y ofrece visitas a las instalaciones.

En su momento, la bodega Casalobos –salió a subasta pública hace dos años– contó entre sus socios con otros exjugadores como Emilio Butragueño, Manuel Sanchís, Míchel o Aitor Karanka, además del cantante Miguel Bosé. Luis Figo es otro apasionado que también ha invertido en bodegas, y hay más casos, entre ellos el de Leo Messi. El argentino se ha vinculado al sector poniendo su imagen a una línea de la bodega italiana MM Winemaker. En el mundo de la moda hay, asi- mismo, más ejemplos. Uno de ellos es el del diseñador gallego Roberto Verino, quien se lanzó ya en los años 80 con Bodegas Gargalo como buen nieto de cultivadores de viñas en la zonade la Ribeira Sacra.

También continúa la historia familiar su colega Amaya Arzuaga, orgullosa integrante de la bodega fundada por sus padres con su apellido en Quintanilla de Onésimo, Valladolid, en la ruta de Ribera del Duero. Allí, además, cuentan con un hotel y un reputado restaurante.