Opinión
Madrid Fusion 2023: aquí cabe todo
A veces los límites entre congreso y feria se difuminan. Pero no cabe duda de que esta XXI edición ha sido un éxito
Gente. Mucha gente. Esa es la característica principal de la edición de Madrid Fusión que acaba de clausurarse. Gente abarrotando el auditorio -que se ha quedado pequeño- en casi todas las ponencias, con 'overbooking' en algunas de ellas como la de Dabiz Muñoz, y ... gente llenando los pasillos y agolpándose en los stands, sobre todo en los que había algo que comer o que beber a la vista.
A veces los límites entre congreso y feria se difuminan. En cualquier caso no cabe duda de que esta XXI edición del congreso gastronómico más importante del mundo está resultando un éxito, con la diversidad como bandera. Diversidad de propuestas, de estilos, de técnicas, que es la que caracteriza a la gastronomía actual.
Ponencias estupendas, como la de Oriol Castro y Eduard Xatruch, que siempre van por delante del resto aportando técnicas y conceptos, y con esa excelente idea de exponer su trabajo directamente a los congresistas en una zona específica durante todo un día, una novedad que seguro que va a tener imitadores en próximos congresos.
Ponencias polémicas como es habitual en Andoni Luis Adúriz -esa frase de que las cosas no tienen que estar buenas, tienen que tener sentido, va a dar mucho que hablar-. Ponencias de aquí vengo a vender mi libro. Ponencias folclóricas llegadas de Ruanda o del restaurante más remoto del mundo. Ponencias que exploran la conexión de la gastronomía con el arte como la de Quique Dacosta -genial la frase de que hay gente que tiene mucha técnica pero no tiene nada que decir-.
Ponencias aburridas. Ponencias cargadas de interés. Y premios, muchos premios. En un congreso como Madrid Fusión hay sitio para todo.