Comer insectos, ¿peligroso? La FAO alerta de los posibles riesgos de esta tendencia alimenticia
El organismo de la ONU experto en alimentación publica un informe sobre los potenciales inconvenientes de la entomofagia para la salud. En España apenas existen negocios dedicados a su comercialización y requieren autorización de la UE
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión¿Supone el consumo de insectos un riesgo para la salud? Con esta pregunta presenta en Twitter su último informe sobre la ingesta de este tipo de alimentos la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura –más conocida ... como FAO –. Celebrados por ser una fuente de proteínas accesible y sostenible, la entomofagia podría acarrear consecuencias negativas para nuestro organismo. «Al igual que con otros alimentos, los insectos comestibles también se pueden asociar con una serie de problemas de seguridad alimentaria […], incluidos los agentes biológicos (bacterianos, virales, hongos, parásitos) y los contaminantes químicos (pesticidas, metales tóxicos)», puede leerse en la publicación de la FAO.
Noticias relacionadas
Estos riesgos también han sido recogidos en el informe que, tras la publicación de la FAO, ha compartido la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) sobre la entomofagia. Según este organismo experto, el riesgo de transmisión de infecciones zoonóticas a los humanos a través de este tipo de especies «parece bajo», pero aun así se detalla que los insectos pueden ser «perjudiciales para el ser humano y la salud de los animales, especialmente en condiciones higiénicas mal controladas».
¿Alimentarse con INSECTOS supondrá estar expuestos a más RIESGOS para nuestra salud? ¿Están ya cubiertos por las normas actuales?
— AESAN (@AESAN_gob_es) April 19, 2021
Al hilo del reciente informe de la @FAO @FAOenEspanol hemos redactado la nota INSECTOS COMESTIBLES y SEGURIDAD ALIMENTARIA.
📌https://t.co/ASeURlNB3E https://t.co/LUVO76ETi1
«La aplicación de buenas prácticas agrícolas y de higiene por los productores de insectos es clave para evitar y mitigar la posible aparición de los peligros descritos», informa AESAN. Las organizaciones aconsejan cuidar estas medidas y cumplir con los reglamentos correspondientes para evadir los peligros que podrían asociarse al consumo de insectos. Entre los más frecuentes estarían: riesgos para los alérgicos , ya que los insectos, por reactividad cruzada, pueden suponer problemas para las personas con alergias –sobre todo a los crustáceos–; riesgos provocados por los microorganismos perjudiciales transportados por los insectos; riesgos por micotoxinas, pesticidas y metales tóxicos presentes en, por ejemplo, el estiércol de ganado y aves de corral que se emplea para la cría de insectos.
Ventajas para el medio ambiente
La publicación también recoge los beneficios para el medio ambiente asociados al cultivo de insectos . Entre otros, para su mantenimiento se necesita menos agua que para las explotaciones tradicionales –ya que los insectos pueden satisfacer sus necesidades gracias al agua que se encuentra en el sustrato–, además de que producen una menor cantidad de gases de efecto invernadero.
La FAO también apunta a la menor necesidad de terreno para la producción de insectos. Si para generar un kilo de proteína de origen bovino se estima un cálculo de 201 metros cuadrados de superficie, para generar un kilo de la derivada de los conocidos como gusanos de harina bastarían 18 metros cuadrados. Esta característica hace más interesante este tipo de cultivos entre los agricultores que disponen de parcelas más pequeñas para su explotación.
El documento de la FAO termina aclarando algunos otros desafíos importantes –como la aceptación del consumidor y el aumento de la producción– que la industria de insectos comestibles debería superar para tener un alcance más global. Además, tal y como recuerda la AESAN, salvo en algunas regiones hay una ausencia de marcos regulatorios internacionales para apoyar la producción, la evaluación de riesgos, las medidas de control de calidad y la comercialización de insectos.
En la Unión Europea , desde el 1 de enero de 2018 es de aplicación en todos los Estados miembros el Reglamento (UE) 2015/2283 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de noviembre de 2015 relativo a los nuevos alimentos. En España existen tiendas especializadas en la venta de productos elaborados con insectos que requieren una autorización de la Unión Europea para poder comercializar insectos para consumo humano. En ellas pueden adquirirse combinaciones tan singulares como gusanos con habas, guisantes y pimentón u otras más clásicas como harina de grillo. Para los más golosos también hay creaciones con azúcar, como las galletas con harina de grillo y sabor ahumado o grillos bañados en chocolate blanco y yogur.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete