¿Es diferente el embarazo para una mujer celíaca?

Los síntomas de la enfermedad celíaca suelen ser: una pérdida de apetito que puede ir acompañada de una bajada de peso, vómitos y náuseas, cansancio, y por encima de todas, la descomposición o diarrea. Aunque en muchos casos no aparecen de un modo claro, lo que lleva a que en España haya muchos casos sin diagnosticar y, por tanto, sin tratar. Y en el caso de la sensibilidad, los síntomas son fatiga, calambres, o dolores (entre otros). En ambos casos los afectados mejoran notablemente cuando se inicia la dieta sin gluten.

Para tener un diagnóstico preciso es necesario realizar análisis así como una biopsia intestinal y, tras la confirmación, el paciente deberá eliminar el gluten de su dieta y optar por alimentos naturales: fruta, verdura, carne, pescado, hortalizas y cereales sin gluten. Por tanto, si se siguen estas pautas, los embarazos de mujeres celíacas no deben presentar diferencias notables.

¿Durante el embarazo, entonces, puede aparecer la enfermedad celíaca? La doctora Gloria Gálvez, del Hospital Madrid Montepríncipe , asegura que «si la mujer tiene esa predisposición siempre está latente y los cambios hormonales pueden favorecer su aparición, pero un embarazo no provoca por sí solo su presencia». Por tanto considera que si la mujer está diagnosticada y tratada no habrá ningún factor que diferencie su embarazo. La doctora asegura que «la clave reside en mantener la dieta pautada por el especialista. Al ser libre de gluten las embarazadas engordan menos y están más sanas. Deben añadir complementos vitamínicos y controlar el hierro, como cualquier otra mujer embarazada». La píldora contraceptiva puede perder su efecto

Las complicaciones pueden aparecer si una mujer celíaca no está diagnosticada o no sigue el tratamiento y está tomando la píldora ya que ésta pierde su efecto y podría quedarse embarazada y sufrir riesgo de aborto o que el feto experimentase un menor crecimiento. También existe la posibilidad de que tras numerosos embarazos fallidos o ante una aparente infertilidad, la respuesta esté en que esos pacientes, el hombre o la mujer, no estén diagnosticados. Una vez iniciada la dieta sin gluten, lo normal es que si era a consecuencia de esta causa, el proceso se consiga.

Otra duda que despeja la doctora es en lo relativo al bebé asegurando que, este tipo de alimentación sin gluten, no repercute negativamente en su crecimiento por sus reestricciones, porque «es una dieta con todos los nutrientes y, a pesar de no ingerir gluten, resulta muy completa y saludable». Desde la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten de la Comunidad de Madrid aseguran además que «está comprobado que el seguir una dieta estricta sin gluten evita efectos no deseables en la mujer gestante y en el feto». Por tanto, la clave está en el diagnóstico temprano, en el cumplimiento de la dieta pautada por el especialista así como llevar una vida sana durante el embarazo realizando ejercicio moderado.