Carlota Casiraghi, protagonista del Baile de la Rosa en Mónaco
Karl Lagerfeld organizó la fiesta a la que Andrea Casiraghi no pudo asistir por su reciente paternidad
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Carlota Casiraghi y Gad Elmaleh los enamorados de los que más se habla entre la realeza, aparecieron por primera vez juntos en el Baile de la Rosa y más felices que nunca. También pudimos ver a la princesa Carolina que reaparecía tras ser abuela hace unos días . El Baile de la Rosa es la celebración de Mónaco que da la bienvenida a la primavera y que se dedica a la princesa Gracia para recaudar fondos para su fundación.
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Se trata de un gran acontecimiento en el principado en el que cada año suelen desfilar elegantes diseños de la mano de los invitados más exclusivos. En esta ocasión, por ejemplo, en el evento pudimos ver a modelos como Cara Delevingne ó Natalia Vodianova, acompañada de su marido, Antoine Arnault. Pero aún así el protagonismo no cabía duda de que iba a ser destinado a Carlota y su novio Gad.
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Ni él (de 42 años), ni ella (de 27) se apartaron la mirada en toda la noche, lo que delataba el momento dulce de la relación de la pareja, que acaba de celebrar su primer aniversario. Además, como cada año, el look de Carlota, uno de los detalles más esperados, no defraudó a nadie. Con un atrevido Chanel rosa pálido de plumas, más corto por delante que por detrás, la hija de Carolina de Mónaco lució sus jóvenes piernas, combinando unas sandalias negras al tobillo con un bolso de mano del mismo color.
Por su parte, la Princesa Charlene lució un espectacular vestido largo color marfil en satén de seda y adornado con cristales de Swarovski de Ralph Lauren, aunque inicialmente entró del brazo de Alberto de Mónaco ataviada con una chupa color marfil que contrastaba con la gargantilla de cristales que asomaba por su cuello.
El gran ausente de la noche fue Andrea Casiraghi , que acaba de tener un bebé con su prometida, Tatiana Santo Domingo, convirtiendo así en abuela a la siempre bellísima Carolina de Mónaco, que, a pesar de su nuevo estatus, en esta última edición del Baile de la Rosa volvió a ser ejemplo de elegancia y glamour.
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