Un avión como regalo para celebrar los 55 años de Alberto de Mónaco
Es personal e institucional, un Falcon FX que puede hacer sin escala un viaje de Mónaco a Tokio o Los Ángeles
juan pedro quiñonero
Alberto II de Mónaco celebra sus 55 años con un nuevo avión personal, con el que se ha largado con la princesa Charlène a una isla de la Micronesia, para celebrar un nuevo «viaje de novios», al año y medio de su matrimonio sin hijos, ... todavía.
La ceremonia del aniversario del príncipe, el jueves 14 de marzo, se celebró sin mucho aparato, con una discreta fiesta familiar.
La celebración real comenzó días pasados, cuando el príncipe, acompañado de su esposa, la princesa Carolina y su hijo Pierre, tomó posesión de su nuevo avión personal e institucional, un Falcon FX equipado especialmente por Dassault, que puede hacer sin escala un viaje de Mónaco a Tokio o Los Ángeles.
En unas dependencias privadas del aeropuerto de Niza, el príncipe Alberto dejó escapar su alegría comprensiblemente juvenil, ante un avión que será, al mismo tiempo, su avión personal e institucional, sin olvidar su imagen de marca, entre la alta finanza, las nuevas tecnologías y una cierta sensibilidad «ecologista»: «Este avión, adaptado especialmente a las últimas normas sonoras y en materia de medio ambiente, será para mi y para mi familia un útil precioso para cumplir mi tarea de jefe de Estado».
Lo institucional no impide lo íntimo y amoroso. El primer viaje del nuevo Falcon FX de la casa del Príncipe es un viaje más o menos oficial a la República de Palaos, un minúsculo archipiélago de la Micronesia, donde los príncipes tendrán mucho tiempo para relajarse con toda la vida íntima deseada.
El Príncipe Alberto han atravesado una temporada de mucho «ajetreo» y poca vida íntima, justamente, según contaron las malas lenguas, atizando muchos rumores sobre la liberalidad con que ambos llevaban su vida matrimonial, viajando mucho y separados por medio mundo . «Así, será dificil que el príncipe tenga nueva descendencia, oficial», comentó la prensa rosa bombón, en un tono discretamente ácido.
El regalo y la celebración de los 55 años del príncipe permiten, pues, cumplir con las tareas institucionales al mismo tiempo que se recobra la más sagrada intimidad, lejos de Mónaco y las tareas oficiales.
Alberto y Charlène se tomarán juntos diez dias de vacaciones, en la lejana Micronesia. Tiempo más que sobrado, en principio, para consagrarse con energía vitamínica al recreo íntimo, con mucho alcance institucional. Mónaco continúa esperando el anuncio, la llegada, de un posible heredero. Veremos.
Un avión como regalo para celebrar los 55 años de Alberto de Mónaco
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete