«¿Hay algo más increíble que atribuirme el incendio del Windsor?»

ENTREVISTA AL COMISARIO VILLAREJO

Asegura que se alimenta la sospecha sobre él para hacer «más bonita» la historia

La vida del comisario en prisión: «Caminaba por el patio a paso Rajoy y estudié Políticas para ser como Pablo Iglesias»

«Bono es un intocable, pese a su fortuna, por lo que sacó del CNI»

El comisario Villarejo, ante la Torre Picasso en Cuzco (Madrid) donde también se situaba la Torre Windsor FOTOGRAFÍA: MATÍAS NIETO / VÍDEO: DAVID DEL RÍO, PABLO ORTEGA Y JAVIER NADALES

El comisario jubilado José Manuel Villarejo se queja de que cualquier día, le van a imputar también por «matar a Manolete». Y lo dice porque son ya las 36 líneas de investigación sobre sus presuntas actividades delictivas que se han ido abriendo en la ... Audiencia Nacional, pero también porque se le atribuye, aunque sea en el imaginario colectivo, responsabilidad en sucesos clave en los que dice, no tuvo nada que ver. El principal, el incendio del edificio Windsor, una torre emblemática del corazón financiero de Madrid que fue pasto de las llamas en el año 2005.

En una entrevista en exclusiva con ABC, responde a la pregunta clave: ¿Lo quemó usted? «En el caso Windsor está patéticamente claro donde se inicia, en el despacho de una señorita que estaba fumando y por las razones que sean, lo tiró a la papelera», dice el comisario.

Insiste en que se trató de «una imprudencia grave de esta señora» que no fue bien gestionada por el personal de seguridad de la torre: «En lugar de usar extintores bajaron corriendo para avisar a su jefe a ver qué hacían y cuando subieron, ya no pudieron hacer nada».

«Pero eso no es vendible a nivel de un documental -añade-. Queda más bonito que Villarejo fue allí con una sombra que hay y con una cerilla para tapar posible información que había del BBVA». «¿Habrá algo más increíble?», contesta sin esconder cierta indignación.

«Yo supe del caso Windsor porque los dueños me pidieron que investigara ese incendio, porque la compañía de seguros les había recomendado que yo era una persona que trabajé mucho en investigación de incendios provocados», explica Villarejo.

Introduce en este punto que hizo «un curso en la policía de bomberos de Nueva York», lo que le habría servido para tener «interesantes beneficios» cuando estuvo excedente de la Policía, entre 1983 y 1993 y se dedicó a la investigación de fraudes a compañías de seguros.

La «acción final» que ya había sido

El hecho es que fueron sus propios papeles los que le pusieron en el centro de la teoría de la conspiración. Se trata de un informe elaborado por el comisario y que consta en el sumario de la pieza separada que investiga los encargos que durante más de una década estuvo realizando para el BBVA.

El documento se llama «Proyecto FG», en teoría por las siglas del entonces presidente del banco, Francisco González. Ofrece un «trabajo de análisis e inteligencia con tareas de información e investigación». De acuerdo a la causa, en aquel momento se trataba de impedir que el constructor Luis Del Rivero, de Sacyr, ampliase su poder sobre el accionariado del banco.

La referencia en un informe da a entender que Villarejo habló de quemar la Torre Windsor

En la última página de ese informe, tras un ingente listado de tareas y medios supuestamente movilizados para cumplir ese encargo hay un apartado de «actuaciones pendientes». Justo debajo, al pie, se lee: «Acción Final. Eliminar rastros documentales de la Firma de Auditoría DEL., intento de sustitución de soportes documentales originales, en su defecto eliminación física de los mismos».

Esa referencia da a entender que Villarejo estaba hablando de quemar el edificio Windsor, sede entonces de la consultora Deloitte, la misma que custodiaba la auditoría de unos valores de Francisco González que ardieron con el incendio, cuando estaban afectados por una investigación de la Fiscalía Anticorrupción.

«Hay que inventarse un incendio porque si no, Villarejo no sale»

«Hay mil formas de conseguir hacerse con una copia si de verdad interesaba al BBVA», dice ahora Villarejo sobre esa auditoría. «Entre otras cosas algo tan simple como pedirlo. El BBVA tenía allí a sus auditores y lo único que tenía que haber hecho era decirles, deme la documentación que voy a nombrar a otro auditor. Y según la normativa, tienen obligación de entregárselo todo al cliente. Pero no. Hay que montar un incendio porque si no, Villarejo no sale», ironiza.

El principal problema de esa tesis es que ese informe de Villarejo que obra en el sumario está fechado el 26 de febrero de 2005, es decir, dos semanas después del incendio, que tuvo lugar el día 12. De ahí que no fuese tenido en cuenta por los investigadores en la Audiencia Nacional, que nunca han llegado a imputar a Villarejo la quema del edificio Windsor.

«Dile a tu jefe que es un trabajo de clan de troncos»

Hay otro elemento más, también en sus propios archivos. Un audio de una conversación con Julio Corrochano, entonces jefe de Seguridad del BBVA. Era 16 de febrero, cuatro días después del incendio, y despachaban sobre «estrategias a seguir» para el mencionado proyecto sobre Del Rivero.

«Comienzan a hablar de protocolos de seguridad que ha impuesto Julio en el banco y hablan del incendio del Windsor», reza la transcripción de la cinta que hizo la Unidad de Asuntos Internos: «A continuación, Villarejo comenta que le tiene que decir a su jefe que este trabajo que le han hecho con malas artes, es un trabajo de clan de troncos». El comisario insta a Corrochano a decirle a Francisco González que le ha «salvado el culo». «Mi presidente no es tonto y sabe. Es un tío muy listo», zanja él.

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