«No van a por mí, van a por vosotros»: Sánchez utiliza el libreto de Trump

La misiva, compartida ayer en la red social X, ha puesto en vilo a España sobre la continuidad en su cargo del presidente del Gobierno, presionado por investigaciones periodísticas y judiciales contra su mujer, Begoña Gómez, por tráfico de influencias.

Para justificar su decisión de «parar y reflexionar» sobre su permanencia al frente del Gobierno, defiende que lo que él califica como «acoso y derribo» no va contra su persona, sino contra lo que representa.

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Es una versión del 'no van a por mí, van a por vosotros' que Trump ha utilizado de forma repetida. En el final de la campaña electoral de 2020, en la elección que Trump perdió contra Joe Biden, el entonces presidente republicano aseguró: «Soy lo último que queda en pie entre el sueño americano y la anarquía, la locura y el caos total».

Cuando el año pasado Trump empezó a sufrir una cascada de imputaciones judiciales, recuperó esa idea de ser lo que queda en pie de los ideales americanos y que por eso van a por él.

ELECCIONES POR CORREO

«Quieren quitarme la libertad porque nunca les dejaré que os quiten la libertad a vosotros», dijo en un discurso, una fórmula que ha repetido hasta la saciedad, en distintas variantes, mientras la judicialización de sus casos avanza, para pedir contribuciones electorales a sus seguidores. «Me quieren silenciar porque yo nunca les permitiré que os silencien. Y, al final, no van a por mí, van a por vosotros. Yo solo estoy en su camino, y es un honor».

Con la judicialización de una investigación que afecta a su esposa, Sánchez ha replicado la fórmula. «No soy un ingenuo», dice en la carta, que aparenta haber sido escrita de forma personal por el presidente del Gobierno. «Soy consciente de que denuncian a Begoña no porque haya hecho algo ilegal, ellos saben que no hay caso, sino por ser mi esposa. Como también soy plenamente consciente de que los ataques que sufro no son a mi persona sino a lo que represento», añade Sánchez.

En la versión de Trump, lo que se busca atacar yendo a por el expresidente son los ideales estadounidenses, aunque el argumento provenga de alguien que no reconoce una derrota electoral y que emprendió una campaña —es uno de los casos por los que se le juzga— para dar la vuelta a los resultados que culminó con un asalto violento al Capitolio, una tragedia y un bochorno para la democracia más vieja y estable del mundo.

En la versión de Sánchez, lo que se busca atacar que él «representa» es «una opción política progresista, respaldada elección tras elección por millones de españoles, basada en el avance económico, la justicia social y la regeneración democrática».