Pedro Sánchez despacha los cambios en el PSOE en cinco minutos y se encomienda a las elecciones municipales
El presidente pide a los socialistas «ir a por todas», abraza la bandera verde e insiste en que prohibirán que los nuevos impuestos se trasladen a los consumidores
Sánchez eleva a Patxi López, Pilar Alegría y Montero para intentar relanzar al PSOE
Apenas cinco minutos de un discurso de casi una hora. De puntillas, intentando que pasase lo más desapercibido posible, el secretario general socialista y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha despachado los cambios en la cúpula de su partido con una enumeración ... de agradecimientos. Ante el Comité Federal del PSOE, convocado para ratificar las modificaciones en la dirección, este asunto ha sido tangencial en la intervención en abierto del jefe del Ejecutivo.
Llevaba 49 minutos hablando, en lo que parecía una reedición del debate sobre el estado de la nación, cuando por fin el presidente se ha referido al primer cometido que tiene este sábado entre sus manos el Comité Federal socialista, máximo órgano entre congresos: aprobar el calendario para elegir a los candidatos con los que concurrirá la formación a las elecciones municipales y autonómicas de mayo del 2023.
«El PSOE tiene una prioridad clara: ganar las elecciones municipales y ganar las elecciones autonómicas en las comunidades donde se celebren. Tenemos ganas de ganar, sabemos hacerlo, somos el partido que más veces lo ha hecho. Lo hicimos en 2019 y lo vamos a volver a hacer, no me cabe ninguna duda, en 2023», ha clamado el presidente, entre aplausos.
El pescado este sábado estaba vendido, nadie temía ya por su puesto, desde que el baile de nombres se completó este jueves. Adriana Lastra deja la Vicesecretaría General a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, Patxi López sucede a Héctor Gómez como portavoz en el Congreso y Felipe Sicilia cede la voz de Ferraz a la ministra de Educación, Pilar Alegría. A todos ellos, así como a Miquel Iceta, Iván Fernández y Juanfran Serrano, que ganan peso en el nuevo PSOE, les ha dado las gracias uno a uno, por su nombre de pila, por el trabajo realizado o por la responsabilidad adquirida.
«Toca meter una marcha más»
«Ya sabéis lo que nos toca: ir a por todas (...). Toca meter una marcha más», ha encomendado Sánchez a sus dirigentes, consciente de que el PSOE se empieza a jugar la permanencia en La Moncloa en diez meses. El revulsivo de Sánchez, que apuesta por una mayor presencia del Gobierno en el partido y por perfiles con experiencia, busca una respuesta al batacazo electoral en Andalucía, donde los socialistas perdieron tres escaños y vieron cómo el PP se hacía con la mayoría absoluta en su feudo histórico.
Con eso en mente, y con el desgaste que asume el Ejecutivo por la inflación en España, en el 10,2 por ciento, Sánchez ha concluido su intervención con un mensaje, en nombre de «todos los socialistas», «a todos los progresistas de este país»: «Les propongo que vayamos a por todas». Antes, el presidente ha pasado revista a las bondades del «Gobierno de coalición progresista» y ha remarcado, insistentemente, que la salida a la crisis por la pandemia del coronavirus y, ahora, «por la guerra de [Vladímir] Putin en Ucrania» habría sido bien distinta con la derecha en La Moncloa.
«No vamos a hacer como hicieron gobiernos del PP en las anteriores crisis: ser débil con los fuertes y fuerte con los débiles», ha atizado, y ha añadido posteriormente: «No vamos a permitir que el sufrimiento de muchos sea el beneficio de unos pocos. Vamos a defender siempre a la gente de a pie». Sánchez ha defendido la receta socialdemócrata para afrontar la actual inflación y ha prometido que, con las medidas puestas ya en marcha o anunciadas por el Gobierno, se va a «amortiguar el incremento de los precios» en España «en tres puntos y medio».
También, como adelantó este viernes la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, se ha comprometido a que el PSOE y Unidas Podemos registren la semana que viene en el Congreso la proposición de ley en la que se incluirán los nuevos impuestos a la banca y a las empresas energéticas, anunciados por el presidente en el debate sobre el estado de la nación. «Vamos a prohibir que las compañías puedan trasladar los costes a la clase media trabajadora de este país. Vamos a recaudar 7.000 millones de euros en dos años con esos impuestos», ha reiterado.
En la primera parte de su discurso, eminentemente verde, ha llamado a actuar contra el cambio climático con contundencia, ha rechazado de nuevo volver al uso de la energía nuclear en la transición hacia las energías renovables y ha asegurado que dará la batalla contra cualquier «imposición» de Bruselas que obligue a los ciudadanos a reducir el consumo de gas en sus hogares. «La emergencia climática se acelera y no hay excusa para aparcar la transición ecológica. Es ahora o nunca». Centrado en la gestión e intentando diferenciarse de la derecha, Sánchez ha intentado recargar las pilas de sus compañeros de filas. En juego, su estancia en palacio.
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