Fusión Moncloa-Ferraz para relanzar al PSOE
Sánchez se reinventa otra vez y asciende a María Jesús Montero, Pilar Alegría y Patxi López en un intento por reforzar el mensaje del Gobierno y su coordinación con el partido y los grupos parlamentarios
Félix Bolaños y Santos Cerdán, que sigue como secretario de Organización, son los únicos supervivientes de los que apoyaron al hoy presidente en las primarias de 2017
Este sábado Pedro Sánchez certificará una nueva vuelta de tuerca en la configuración de sus equipos en la dirección federal del PSOE, apenas nueve meses después la celebración del 40 Congreso del partido. Las opiniones recabadas por este diario entre dirigentes de todo ... el país tienden a coincidir en dos ideas: los cambios son bien recibidos porque se apuesta por perfiles curtidos en un momento complicado (el Comité Federal los aprobará sin oposición alguna), pero a la vez ponen de manifiesto la debilidad del partido al verse Sánchez obligado a una remodelación de urgencia de sus equipos.
Los movimientos más destacados son cuatro. Uno: no se amortiza el puesto de vicesecretaría general, y se aúpa al mismo a la actual ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Dos: la ministra de Educación, Pilar Alegría, será la nueva portavoz de la dirección federal del PSOE. Un paréntesis. El reglamento de funcionamiento de la Ejecutiva otorga a la vicesecretaria general las competencias sobre la comunicación. Con Montero en ese puesto, que ha sido portavoz del Gobierno, y otra ministra (Alegría) dando fondo y forma al mensaje, el presidente del Gobierno da muestras de querer reforzar el mensaje gubernamental. Algo que se había perdido desde la salida de José Luis Ábalos, cuando el ministro de Transportes y secretario de Organización actuaba como portavoz de facto del partido. El tándem Montero-Alegría sustituye al que formaban Lastra y el diputado andaluz Felipe Sicilia. El mensaje desde la sede federal estaba muy cuestionado internamente; y las ruedas de prensa de los lunes, además de otras que se improvisaban sobre la marcha, habían caído en la total intrascendencia dentro de la agenda mediática.

El nuevo núcleo duro del presidente
Perdro Sánchez
Presidente del Gobierno
y Secretario General
PARTIDO
GOBIERNO
Santos Cerdán (Secretario de Organización)
María Jesús Montero
(Vicesecretaria general del PSOE y Ministra de Hacienda)
Pilar Alegría
(Ministra de Educación y Portavoz de la Ejecutiva Federal)
Óscar López
(Director del
Gabinete de la Presidencia)
Patxi López (Portavoz del Congreso)
Miquel Iceta (Ministro de Cultura Secretario de Memoria Democrática y Laicidad)
Isabel Rodríguez (Portavoz del Gobierno)
Félix Bolaños
(M. de Presidencia y Secretario para la Reforma Constitucional y Nuevos Derechos)
Eva Granados (Portavoz del Senado)
Fuente PSOE/ ABC / J. Torres

El nuevo núcleo
duro del presidente
Perdro Sánchez
Presidente del Gobierno
y Secretario General
Gobierno y Partido
María Jesús Montero
(Vicesecretaria General del PSOE y Ministra de Hacienda)
Pilar Alegría
(Ministra de Educación y Portavoz de la Ejecutiva Federal)
Miquel Iceta
(Ministro de Cultura y Secretario de Memoria Democrática y Laicidad)
Isabel Rodríguez (Portavoz del Gobierno y Vocal de la CEF)
Félix Bolaños
(Ministro de Presidencia y Secretario para la Reforma Constitucional y Nuevos Derechos)
PARTIDO
GOBIERNO
Óscar López
(Director del Gabinete de la Presidencia)
Santos Cerdán
(Secretario de Organización)
Patxi López (Portavoz del Congreso)
Eva Granados (Portavoz del Senado)
Fuente PSOE/ ABC / J. Torres
Tercer movimiento: Santos Cerdán continuará al frente de la Secretaría de Organización. No se ha producido ninguna solicitud de dimisión por parte del presidente del Gobierno. Ya sin Lastra en Ferraz, es de esperar una clarificación de las competencias. Montero y Alegría a cargo del mensaje comunicativo y Cerdán en la sala de máquinas, el aparataje puro y duro. Seguirá siendo el responsable de la interlocución con los territorios, que mayoritariamente estaban a favor de su continuidad porque se piensa que cumple bien esa función de engranaje entre las federaciones y la sede federal. Aunque ni se discute que carece de perfil mediático. «Su trabajo, compromiso y lealtad son incuestionables», defendía ayer un presidente autonómico. «Muy contento con la continuidad de Santos», apuntaba otro secretario general de una importante federación. De esta decisión cuelgan otras dos de menor calado. Juanfran Serrano, hasta ahora secretario de Pacto de Toledo e Inclusión Social, pasará a ser adjunto de Organización. Ya venía trabajando con Cerdán. Su cartera en la CEF la pasa a ocupar Iván Fernández, alcalde del municipio asturiano de Corvera. Se incorpora a la dirección después de la salida de Lastra y por acuerdo con el presidente asturiano, Adrián Barbón.
Forma un nuevo núcleo de decisión en el que también estarán Miquel Iceta, Óscar López, Isabel Rodríguez y Eva Granados
Cuarto movimiento: el exlendakari Patxi López será el nuevo portavoz en el Congreso de los Diputados. Sustituye a Héctor Gómez, que tampoco ha convencido estos meses en el cargo. Aunque la mayoría parlamentaria del Gobierno no se ha llegado a romper, no se tiene ese logro en su haber. Y se cuestiona el «poco recorrido» de sus mensajes. Por su parte, López culmina su rehabilitación política, algo celebrado en el partido porque, en palabras de un líder regional, «da seguridad en tiempos revueltos». De este movimiento emana otro importante. La cartera que López tenía en la Ejecutiva como responsable de Memoria Democrática y Laicidad la pasa a ocupar el ministro de Cultura, Miquel Iceta.
López compitió con Sánchez por liderar el PSOE y Alegría fue la portavoz de Susana Díaz en las primarias
No importa tanto que la cartera sea de menor rango, sino que se apueste por dar entrada al dirigente catalán en la Ejecutiva del PSOE después de que en la remodelación gubernamental del año pasado se le despojase de la cartera de Política Territorial tras sólo seis meses al frente para pasarlo a Cultura. Y es que su entrada es el broche al ascenso de Montero y Alegría: más Gobierno para dar proyección al partido.
Esto se traducirá en la articulación de un nuevo núcleo duro caracterizado por la mayor experiencia política y por pretender mejorar la coordinación entre el Gobierno, el partido y los grupos parlamentarios. Moncloa está convencida de que su hoja de ruta es correcta, que está adoptando muchas medidas beneficiosas, pero se angustia porque no ve ningún rédito, más bien al contrario, en las sucesivas convocatorias electorales autonómicas de los últimos tiempos. «Existe la tentación de echar siempre la culpa a la comunicación. Y eso no siempre es justo porque seguramente no sea el único problema, pero honestamente creo que ahora mismo no estaba aportando nada», resume con franqueza un miembro de la dirección.
«Existe la tentación de echar siempre la culpa a la comunicación, pero honestamente creo que ahora mismo no estaba aportando nada»
Este nuevo espacio de toma de decisiones, el primer anillo de poder, lo van a integrar nueve personas. Núcleo duro: María Jesús Montero (vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda), Pilar Alegría (ministra de Educación y portavoz de la Ejecutiva Federal), Isabel Rodríguez (portavoz del Gobierno), Eva Granados (portavoz del Senado), Patxi López (portavoz del Congreso), Félix Bolaños (ministro de Presidencia), Santos Cerdán (secretario de Organización), Miquel Iceta (ministro de Cultura). Además, Óscar López como jefe de Gabinete del presidente del Gobierno.
Nadie se atreve a pensar que no haya más movimientos, por ejemplo en el Gobierno, porque el nivel de satisfacción con algunos ministros «no es precisamente alto». No obstante, este proceso ha puesto de manifiesto el tradicional carácter ciclotímico del PSOE y la voluntad de las partes por influir, dejando para la hemeroteca un rosario de nombres y de posiciones digno de una casa de apuestas. Pero también ha certificado que al final Sánchez toma las decisiones, aunque en los últimos días ha tenido conversaciones con varios líderes territoriales.
La historia de Sánchez
El actual presidente del Gobierno ha pasado por todas las fases al frente del PSOE. Desde 2014 fue primero un secretario general de paja, tutelado por los barones que habían pactado su nombre como solución de emergencia tras la dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba. Esa situación duró poco tiempo, porque el joven líder dio muestras muy pronto de querer liberar sus ataduras. Con su grupo de fieles fue poco a poco tejiendo su hoja de ruta. Ante la negativa de Susana Díaz de dar ya el paso pudo ser candidato a las elecciones generales de 2015 y 2016. Pero los malos resultados y la tentativa de una nueva repetición electoral agotaron la paciencia de los entonces poderosos barones territoriales. Sánchez aguantó hasta llevar al partido a un terrible Comité Federal que dejó las siglas del PSOE en la UCI. Su viaje parecía terminar. Y figuras como Patxi López, Óscar López, Antonio Hernando o César Luena, fundamentales todos en esa primera parte de su mandato y hasta el final del mismo, coincidieron en que el experimento estaba agotado. Es ahí cuando surge el sanchismo como fuerza emancipadora dentro del partido. Un verdadero momento populista 'antiestablishment' dentro del partido con más tradición institucional y uno de los más longevos.
Rodeado de un grupo de figuras que en su mayoría ocupaban la segunda o la tercera fila del partido, Sánchez recuperó el control. Enfrentado a medio partido y a casi toda la cúpula, el renacido líder tuvo que tirar de algunos de esos apoyos para configurar su primera Ejecutiva. Sin rastro de barones, no como aquella de 2014 en la que tuvo que aceptar muchas cuotas territoriales y en la que apenas puso la firma.
Los rivales en las primarias
En esta nueva vuelta de tuerca a su núcleo de confianza, las divisiones en lógica de las primarias quedan definitivamente enterradas. Un camino ya emprendido el pasado año cuando abandonaron la primera línea, de forma muy distinta, Iván Redondo, José Luis Ábalos y Carmen Calvo. Pero que ahora se ve reforzado. Sale Lastra, su número dos desde entonces y las principales voces del partido pasan a ser Patxi López, rival en esas primarias de 2017, y Pilar Alegría. La ministra de Educación fue en aquellas primarias la portavoz de la campaña de Susana Díaz y quien acudió a Ferraz a entregar los avales de su candidatura. Lo hacía acompañada de Eduardo Madina. Pensar en su vuelta ya sería demasiado dada la pésima consideración mutua que se profesaron Sánchez y él. Pero los caminos y las lealtades de la política se están demostrando inquietantes en estos años en el PSOE.
También la actual portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, apoyó a Patxi López en aquella ocasión. Como Óscar López, ya recuperado el pasado año como jefe de gabinete del presidente en La Moncloa. La nueva número dos del partido, María Jesús Montero, está al lado del presidente desde que accedió al Gobierno en junio de 2018. Pero hay que recordar que fue la dirigente que en octubre de 2016, como miembro de la Comisión de Ética y Garantías del PSOE, se alineó con la tesis de los barones críticos y en contra de Sánchez presentando un escrito que defendía que la Ejecutiva Federal estaba «disuelta» tras la dimisión de la mayoría de sus miembros y planteando que debía constituirse una gestora.
En 2017 una persona muy cercana a Sánchez en la aventura de las primarias apuntaba en privado, una vez ganada la batalla interna y pese a haber integrado al dirigente vasco en la Ejecutiva, que a Patxi López le tocaba pasar «una temporada en el congelador». Como en jerga futbolística cuando un árbitro se equivoca y es enviado «a la nevera» durante unas jornadas. Ahora esa persona ya está fuera de juego y el antiguo rival reaparece en primera línea. El proceso de criogenización duraba ya demasiado. La presencia del exlendakari en esa suerte de limbo extrañaba en el partido. Nunca integró los círculos de confianza de Sánchez, hasta ahora. Cuando el miedo aprieta, su salto a la primera fila transmite claramente que el presidente del Gobierno quiere pertrecharse para la recta final del mandato con personas muy curtidas a su alrededor.
La anécdota del congelador explica bien la cara de póker con la que llegan muchos de esos apoyos de Sánchez en los momentos difíciles desde que el pasado año dio muestras de empezar a maniobrar sin tener en cuenta si se le había apoyado o no en el pasado. Tan solo Santos Cerdán sigue al frente de aquel grupo de dirigentes que acompañaron y animaron a Pedro Sánchez a dar el paso de presentarse a las primarias en 2017. También Félix Bolaños, aunque por aquel entonces su posición no era tan destacada dentro de los apoyos del líder.
En el PSOE de Pedro Sánchez nadie está a salvo de convertirse en producto caduco, pero tampoco de volver a ser el principal ingrediente del menú tras años acumulando escarcha. Todos pasan, muchos vuelven. Pero lo único cierto es que va camino de una década que la letra y la música en el PSOE tienen el ritmo que marca «Pedro el guapo». Con esta profunda remodelación y tras el debate de la nación, Sánchez da muestras de que pretende revolverse ante la adversidad de las encuestas. Sánchez intenta huir con velocidad del fantasma de Zapatero, que ni siquiera pudo volver a presentarse a las elecciones y que de mayo de 2010 a noviembre de 2011 estaba amortizado. Sánchez quiere presentar batalla, aunque sea a costa de corregirse a sí mismo, otra vez.
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