Moreno y Rueda fuerzan hablar de financiación entre todos los presidentes
Los presidentes autonómicos de Andalucía y Galicia exigen «multilateralidad»
Pradales reclama a Sánchez «una marcha más» para el traspaso de transferencias antes de fin de año
Mariano Alonso y Emilio V. Escudero
Madrid
El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, inició este viernes su ronda de contactos con todos los presidentes autonómicos con el lendakari, Imanol Pradales (PNV), que se estrenaba en La Moncloa, y con dos de los principales barones del PP, el presidente de la Xunta ... de Galicia, Alfonso Rueda, y el de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. Ambos dirigentes populares forzaron al Gobierno a aceptar que en la Conferencia de Presidentes que se celebrará antes de final de año en Cantabria se hable de la financiación autonómica, pese a que Sánchez pretende que sólo se dedique a la problemática de la vivienda, algo que los presidentes del PP aceptan, pero sin excluir la financiación autonómica.
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres (PSOE), compareció en nombre del Gobierno después de cada una de las reuniones y, si bien expresó en todo momento su preferencia por reservar el asunto de la financiación a las conversaciones bilaterales y al Consejo de Política Fiscal y Financiera, terminó aceptando que «cumpliremos escrupulosamente el reglamento de la Conferencia de Presidentes. Aquí no se veta iniciativa alguna. Se cumple lo que todos aprobamos en la isla de La Palma por unanimidad de todos los presidentes autonómicos».
Y lo que dice el reglamento aprobado en 2022 en esa última conferencia es que el orden del día se fija con la conformidad del presidente del comité preparatorio (el propio Ángel Víctor Torres) «y de diez comunidades autónomas o ciudades con Estatuto de Autonomía», esto último en referencia a Ceuta y Melilla.
Dado que el PP tiene sobradamente ese número de gobiernos autonómicos y que Torres se compromete a no vetar su voluntad, se tendrá que hablar de financiación en Cantabria, además de vivienda. Primer asalto para los de Alberto Núñez Feijóo en una ronda de contactos que seguirá el próximo viernes con los presidentes de La Rioja, Asturias y Cantabria y justo siete días después con los de Castilla-La Mancha, Región de Murcia y la Comunidad Valenciana.
Con las manos vacías
La cordialidad presidió la jornada de este viernes, pese a las discrepancias de fondo, y así lo destacaron todos. El ministro Torres, que remarcó su agradecimiento al «tono» de los dos primeros presidentes del PP en desfilar por La Moncloa, y Rueda y Moreno. Este último dijo que es «muy agradable venir a Madrid» y también, precisó, a Moncloa. Pero lamentó irse con «las manos vacías» y reclamó que haya «transparencia y multilateralidad», ya que «en definitiva, quiero las cartas boca arriba». Algo que argumentó preguntándose retóricamente «¿quién me garantiza a mí que lo que a mí se me dice aquí a otro presidente no se le dice lo contrario?»
Moreno incluso aludió a los mecanismos jurídicos a su alcance para lograr ese propósito, el de que la financiación autonómica se aborde entre todos los presidentes, como también reclamó el pasado lunes, durante su intervención en el Foro de ABC, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien como otros presidentes todavía no tiene fecha para su entrevista con Sánchez.
Más allá del asunto de la financiación, que tanto Alfonso Rueda como Juanma Moreno le dejaron claro a Sánchez que no iban a tratar de manera bilateral, las reuniones de ambos presidentes autonómicos buscaron el acercamiento con el líder del Gobierno en diferentes asuntos de índole regional, sin encontrar en ninguno de los casos, lamentaron, un gran nivel de compromiso por parte del socialista.
«Buenas palabras y pocas concreciones», resumió el presidente gallego, que repasó todos los temas tratados con Sánchez durante la hora y cuarto que duró su encuentro. Asuntos relacionados con la planificación eléctrica, los fondos europeos o las infraestructuras, haciendo especial hincapié en la concesión de la autovía AP-9 que vertebra Galicia de norte a sur y que la Xunta quiere gestionar de manera autónoma. «Espero que su falta de respuestas, en este y otros asuntos, no tumbe la posibilidad de que la AP-9 pueda ser gestionada por la Xunta, sobre todo cuando hemos visto que hay un Gobierno dispuesto a hacer transferencias a las comunidades», señaló en referencia a la reunión que poco antes había mantenido Sánchez con el lendakari Pradales, en la que se había mostrado partidario de conceder al País Vasco todas las competencias recogidas en el Estatuto de Guernica.
Tanto Rueda como Moreno reiteraron además su oposición al concierto económico para Cataluña pactado con ERC para la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. El andaluz, en concreto, aseguró que le había pedido a Sánchez que «lo reconsidere», pues de establecerse, denunció, se acabaría con la igualdad entre españoles.
Tan contundentes fueron que Sánchez ni siquiera amagó con una propuesta de quita de deuda o financiera. «Solamente ha expresado su convicción de que este cupo es una buena forma de devolver a Cataluña a la normalidad institucional. Dice que va a buscar una fórmula para poder conjugar esa singularidad con el resto, pero sin dar detalles. Es algo que no vemos factible», reconocen fuentes de la Junta de Andalucía, que advirtieron del alto coste electoral que este asunto tendrá para el PSOE en la mayoría de los territorios.
Desde el Gobierno, Torres vadeó las preguntas sobre la financiación singular para Cataluña, que de cumplirse lo suscrito con los independentistas recaudaría el 100% de los impuestos, incluido el IRPF. El ministro contestó a la denuncia de Moreno sobre un privilegio para Cataluña aduciendo que desde 2018 «Andalucía, con Sánchez de presidente, ha recibido 44.000 millones de euros más». Y, como viene haciendo el propio jefe del Ejecutivo, reprochó a los barones del PP que bajen los impuestos mientras reclaman más recursos y pidió al primer partido de la oposición apoyo para la senda de déficit que el próximo jueves volverá a votarse en el Congreso de los Diputados después de rechazarse antes del verano con el voto de Junts per Catalunya. Torres, sin embargo, no hizo ninguna apelación a los de Puigdemont para que cambien el sentido de su voto sobre esa senda, el primer paso del recorrido que lleva a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado del año que viene.
La primera jornada de reuniones con los presidentes autonómicos no creó fisura alguna entre los del PP, como se presumía en algunos entornos, aunque aún faltan otros nueve por ir a Moncloa. Y dejó en evidencia la distancia entre un Gobierno que no cree en la Conferencia de Presidentes como órgano en el que discutir la financiación autonómica y una oposición que lo ve imprescindible.
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