El Gobierno resta importancia a prorrogar los presupuestos por segundo año consecutivo

Unas cuentas a las que el Ejecutivo finalmente renunció por el adelanto electoral en Cataluña en mayo, pero que ahora confía en presentar «en tiempo y forma». Habrá que verlo. Tienen de plazo hasta el lunes 30 de septiembre y con incógnita de si Junts volverá a votar en contra de la senda de déficit como ya ocurrió el pasado 23 de julio en el Congreso de los Diputados. El freno de los de Puigdemont a los PGE fue, en palabras del ministro Ernest Urtasun (Sumar), al que un micrófono abierto pilló en un descuido, «una hostia al Gobierno», complicando la tramitación de las cuentas públicas tanto en tiempo como en forma para el ejercicio que viene.

«Este Gobierno conoce perfectamente cuál es su responsabilidad y cuáles son nuestras tareas y, por tanto, vamos a trabajar, como ya lo hemos venido anunciando desde el primer momento, para presentar unas cuentas, unos nuevos Presupuestos», ha confirmado este martes la ministra portavoz Pilar Alegría en la rueda de prensa posterior al primer Consejo de Ministros del curso político. En este sentido, ha señalado la también ministra de Educación, en el Ejecutivo son «conscientes» de cuál es su «tarea» de «presentar unas cuentas acordes con la propia coyuntura económica» y trasladarlas al Congreso de los Diputados.

Y una vez «este Gobierno cumpla con su tarea y cumpla con su responsabilidad, entra también la responsabilidad de los distintos grupos políticos, que serán los que decidan y opinen», ha enfatizado Alegría, lanzando la pelota al tejado aliados como Junts, si bien no descarta seguir con la mano tendida hacia el PP.

Con la incógnita de si el 'no' de Junts va a ser la tónica a lo largo de toda la legislatura (además de su negativa a la senda de déficit en julio, también tumbaron con PP y Vox la reforma de la Ley de Extranjería), sobre todo tras el pacto PSC-ERC en Cataluña para investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat, Moncloa es consciente de que una segunda negativa de los independentistas (a quienes achacan sus últimas decisiones parlamentarias al «momento de reflexión» en el que están inmersos de cara a su congreso de octubre) a la senda de déficit «claro que va a complicar los PGE», reconocen fuentes gubernamentales, que aun así dicen trabajar siempre con la posibilidad de que sí haya cuentas para el 2025

Aunque si hubiera que prorrogarlas, confiesa estas mismas fuentes de Moncloa, tampoco pasaría nada porque «las [cuentas] de ahora son nuestras», respiran aliviados, restando importancia a una prórroga de los PGE por segundo año consecutivos.

No opina lo mismo su socio de Gobierno, Sumar. A las discrepancias en el seno de la coalición nacidas en torno al concierto catalán -el diputado Carlos Martín Urriza, por ejemplo, se ha mostrado abiertamente en contra-, se unen las de la necesidad de sacar adelante las cuentas públicas para este próximo 2025. «Prorrogar unos presupuestos es siempre una mala noticia, sobre todo cuando uno quiere hacer políticas transformadoras para el país», ha aseverado Txema Guijarro, diputado y una de las cuatro cabezas que componen el órgano colegiado interino de dirección que sustituyó en junio a Yolanda Díaz al frente de Sumar.

«En todo caso, me aprece que estamos muy lejos ahora mismo de esa perspectiva -asegura-. Inauguramos este curso nuevo y lo inauguramos con un nuevo Gobierno en Cataluña. Eso va a ser bueno para España y creo que puede facilitar esos acuerdos tan importantes en materia económica, no solo los Presupuestos, también la reforma fiscal que tiene que acompañar estos Presupuestos».