Podemos avisa de que el Gobierno «ha cruzado el Rubicón» con el plan de defensa y pide movilización social
Acusa al Ejecutivo de querer mantener «ocultos» los lazos con Israel y solo rectificar cuando hay escándalo
Solo el 6,5% de los 10.471 millones serán para subida de sueldos y aumento de efectivos

El plan de gasto en defensa presentado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado martes en el Palacio de la Moncloa marca un antes y un después en su mandato. Así lo cree Podemos, que avisa de que Sánchez ha cruzado su propio ... Rubicón con esta inversión mil millonaria para llegar al 2% del PIB en inversión militar y pide una movilización social para obligarle a elegir entre la «sumisión» a la OTAN o «los intereses del pueblo español».
Podemos no acepta la versión de que los 10.471 millones de euros no recortan gasto social. A su juicio, es un dinero que irá directamente destinado al «rearme» en vez de orientarse a políticas de vivienda, de dependencia o en materia social.
«Esta decisión cambia el rumbo de la legislatura. No estamos ante una legislatura social o sino que estamos ante legislatura del rearme y el Gobierno de la guerra», ha acusado este jueves en rueda de prensa el diputado morado Javier Sánchez Serna, manteniendo la línea dura de su partido desde que Sánchez anunciara su intención de aumentar el gasto en defensa.
A su juicio, la historia ha demostrado que las etapas de rearme preceden a periodos de guerra, lejos de buscar la seguridad y la paz de la que habla el jefe del Ejecutivo. «Si uno estudia el plan vemos que es gasto militar puro y duro», ha denunciado apuntando que menos de 700 millones de los casi 10.500 previstos van directamente a mejorar las condiciones de la tropa, como reflejó ABC. Todo ello sumado a la intención del Gobierno de sacarlo adelante sin pasar por el Parlamento.
A ello se suma la polémica por la compra de munición por el Ministerio del Interior a una empresa israelí, que ahora Moncloa quiere rectificar. Para Podemos, esto es solo un lavado de imagen, ya que teme que la verdadera intención del ejecutivo es mantener los lazos comerciales con Israel, pero de manera «oculta» y solo rectificar cuando hay escándalo.
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