Miles de personas piden la vuelta a casa de los presos de ETA en la Semana Grande de Bilbao

Sin embargo, las consignas delataban el propósito de la marcha. Durante más de una hora los manifestantes se han manifestado por las calles de la capital vizcaína entre gritos de «euskal presoak, etxera» (presos vascos, a casa), bailes y música de todo tipo. Los asistentes también llevaban carteles críticos con las «medidas de excepción» que, en su opinión, se aplican contra los terroristas y pidiendo el fin de las regresiones de grado penitenciario aprobadas por la Audiencia Nacional, en contra muchas veces del criterio del Gobierno vasco.

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De hecho, la Audiencia Nacional ha vuelto a estar un año más en el punto de mira de la manifestación. «En ningún caso estamos exigiendo privilegio alguno», ha asegurado Bego Atxa, portavoz de Sare, en declaraciones a los medios de comunicación al inicio de la marcha. «Lo único que exigimos es que al colectivo de presos vascos se les aplique la legislación penitenciaria vigente y ordinaria», ha añadido. Los manifestantes han portado pancartas reclamando la «vuelta a casa» de los presos de más edad, las mujeres o quienes tienen enfermedades graves. También pedían la vuelta a casa de «huidos y deportados».

La portavoz se ha mostrado especialmente crítica con la actitud de la Fiscalía de la Audiencia Nacional que ha paralizado buena parte de las progresiones de grado y excarcelaciones concedidas por el Gobierno vasco desde que asumió las competencias de prisiones. «Sigue recurriendo el 75% de los terceros grados que se les reconocen», ha destacado. En su opinión, supone una «vulneración de los derechos fundamentales de los presos vascos», algo desmentido por los tribunales en todas sus sentencias. Aunque no estaba convocada por ningún partido político, en la manifestación han estado presentes varios representantes de EH Bildu. Entre otros, han estado en Bilbao Jasone Agirre e Iker Casanova, parlamentarios autonómicos o María del Río, concejal del Ayuntamiento de Bilbao.

Al viernes de la Semana Grande de Bilbao también se le suele llamar 'día de las banderas'. El sobrenombre se debe a las batallas campales que se formaban durante las manifestaciones que convocaba Herri Batasuna en los años más duros de ETA. Aunque el entorno abertzale mantiene la convocatoria anual, el ambiente ya nada tiene que ver con el de entonces, y la manifestación ha terminado sin que haya que lamentar incidentes. Al término de la misma, Atxa ha vuelto a tomar la palabra para dirigirse a los asistentes y cargar contra una justicia que ha calificado de «politizada» por sus recursos «constantes» contra las decisiones de las juntas de tratamiento de los centros penitenciarios. El ambiente festivo se ha vuelto a imponer con música y un brindis de los presentes por «el retorno a casa» de los etarras, antes de disolver la convocatoria.