La Audiencia Nacional investiga si la decoración de una caseta de la Semana Grande de Bilbao humilla a las víctimas de ETA

La decisión de la Audiencia Nacional se producía después de que la asociación Dignidad y Justicia (DyJ) presentara a primera hora de la mañana una denuncia contra la comparsa ‘Txoribarrote’. El colectivo de víctimas del terrorismo entiende que la decoración de su ‘txosna’ (caseta) supone un delito de humillación a las víctimas del terrorismo. Se trata de un mural de 19 relojes en los que se ha escrito el nombre de pila de otros tantos presos de ETA que cumplen condena por terrorismo.

La caseta en cuestión está coronada por el lema «Bada ordua» (ya es la hora). Junto a esa frase se puede ver un pájaro carpintero, símbolo característico de la comparsa, saliendo de lo que parece el engranaje de un gran reloj de cuco. En ese frontal también se han colocado dispersas varias fotografías familiares de terroristas, la mayoría evocando momentos de su infancia. Además, en el lado derecho hay un mural con 19 relojes, en cuyo interior aparece el nombre de un etarra que se encuentra cumpliendo condena, en alusión a una supuesta cuenta atrás.

En el escrito de la denuncia al que ha tenido acceso este periódico, Dignidad y Justicia considera que se trata de una «clara referencia a la excarcelación y puesta en libertad» de los terroristas homenajeados. Lo describen como «una performance» que da «continuidad» a actos de homenaje que se han realizado en años anteriores. Así, explican, mientras hace un año en esa misma caseta se exhibían fotos de presos junto al número de kilómetros que les separaban del País Vasco y Navarra, este año se alude al tiempo que les resta de condena en clara alusión a «cuenta atrás para su puesta en libertad».

Destacan, además, que todos los «homenajeados» son terroristas condenados por delitos de sangre. Entre ellos destacan Harriet Iraugi Gurruchaga y Jon Igor Solana Matarranz, autores materiales del asesinato de Luis Portero, padre del presidente de Dignidad y Justicia, Daniel Portero.

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Por todo ello, el propio Portero firma el escrito dirigido al juez de guardia de la Audiencia Nacional en el que se solicita la «inmediata retirada» del mural. Consideran, además, que la retirada debe ser lo más rápida posible para «evitar así que dicho acto humillante y vejatorio» pueda permanecer en el tiempo. Y es que, de no eliminarla, la decoración permanecerá expuesta hasta el 27 de agosto, día en que finalizan las fiestas.

No es la primera vez que 'Txoribarrote' se ve envuelta en una polémica similar. Fue, de hecho, una de las dos comparsas que realizaron un homenaje a los presos de ETA al inicio de la Semana Grande de Bilbao. Dignidad y Justicia lamenta en su denuncia la «humillación» que sufren por parte de comparsas afines a la izquierda abertzale desde el año 2007. De hecho, durante dos años la agrupación tuvo prohibido colocar su caseta como castigo por la continua exhibición de fotografías de presos de ETA en sus casetas durante la celebración de la Semana Grande.

No ha sido la única vez que ha sido condenada por enaltecer a los etarras. En estos años han sido numerosas las ocasiones en las que la Ertzaintza ha entrado en el recinto festivo para eliminar fotografías de etarras en esta caseta. A pesar de ello, lamentan desde Dignidad y Justicia, años tras año han seguido colocando de manera «pública, ostentosa y visible fotografías, caricaturas, sus nombres o, como este año, relojes con su nombre de pila». De hecho, en estos años han utilizado fórmulas de lo más diversas para burlar las prohibiciones judiciales, como por ejemplo la utilización de siluetas que simulaban a los etarras o fotografías con los ojos tachados.

«Viene a acreditar su voluntad deliberada y consciente de querer humillar a las víctimas del terrorismo», explican en el escrito. Por todo ello, solicitan al juzgado que identifique a los responsables de la txosna, así como a los compareceros a que participaron en los homenajes del fin de semana para llamarles a declarar. También solicita la «inmediata retirada» del mural para evitar un «acto humillante y vejatorio».