Bilbao cierra una Semana Grande de récord

«El balance es altamente positivo, con un ambiente festivo único», ha destacado el alcalde de la localidad, Juan Mari Aburto, en un primer balance realizado por el consistorio. Destaca además el beneficio económico que suponen estas cifras para la ciudad. Según los cálculos del Ayuntamiento, las fiestas han tenido un impacto económico de 110 millones de euros para la ciudad y han generado más de 1.700 empleos, aunque eso sí, temporales.

Las aglomeraciones, tienen, sin embargo, otra cara de la moneda. Y es que, al crecer la afluencia de personas también han crecido los delitos. La Policía Municipal ha recogido un total de 1.609 denuncias en ocho días, frente a las 1.583 que se registraron hace tres años. El 73% correspondían a hurtos de móviles y carteras. Sin embargo, cabe destacar que los robos con violencia se han duplicado en esta edición, hasta alcanzar los 170 casos.

Esto supone que la policía ha recogido, de media, una denuncia cada diez minutos. La mayoría se han producido durante la noche. Esta circunstancia ha provocado que en algunos momentos de las madrugadas festivas se hayan registrado largas colas frente a la comisaría central de la Policía Municipal.

En esta edición también ha habido una gran preocupación por los pinchazos a mujeres. El Consejero de Seguridad, Josu Erkoreka desvelaba que a mediados de semana se investigaban 25 supuestas punzadas. El Ayuntamiento ha desvelado que finalmente se han impuesto siete denuncias por este tipo de agresiones en dependencias de la Policía Municipal. Destacan, además, que en ninguno de los análisis practicados a las mujeres se ha detectado «ningún indicio de ninguna sustancia química».

En cuanto a las agresiones sexuales, se han recogido un total de 15 denuncias, una menos que hace tres años. La mayoría son casos de abusos y tocamientos en los que «prácticamente en todos los casos» los presuntos autores han sido identificados o puestos a disposición judicial. El caso más grave es el de una chica que apareció desorientada y con signos de haber sido violada en un tren cuando volvía a casa. La Ertzaintza mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Desde el Consistorio bilbaíno destacan además la gran eficacia policial de este año. Se han practicado un total de 150 detenciones, «muy por encima» de las 109 efectuadas en 2019. Ante estas cifras, el alcalde ha destacado la «eficiencia» del despliegue policial y ha querido agradecer el «compromiso» de Policía Municipal y Ertzaintza. Considera, además, que el número de delitos entra dentro de lo esperable ante la gran afluencia de personas. «Con 1,6 millones de personas en las calles de Bilbao, saquen ustedes los porcentajes de delitos o de personas afectadas», ha valorado en una comparecencia para hacer balance de las fiestas.

Sin embargo, los sindicatos policiales consideran que el incremento de los delitos responde, más bien a un «aumento de la inseguridad». Para Sergio Gómez de Segura, secretario general del sindicato Erne, cree que «toda la conflictividad laboral que tienen tanto la Ertzaintza como la Policía Municipal de Bilbao se ha visto reflejada en las fiestas» y que se podría haber mejorado la seguridad con más efectivos disponibles en las calles.

En contra de lo que pudiera parecer, el incremento de asistentes no se ha traducido en un incremento de basuras. Según datos municipales, en los nueve días de semana grande se han recogido 560,7 toneladas de basura. Es un 1,21% menos que las que se recogieron en el año 2019.

De la limpieza se han encargado un dispositivo de 600 operarios, que cada mañana se ha encargado de borrar los estragos de las fiestas de las calles de la ciudad. Para ello han utilizado 9.151 metros cúbicos de agua, un 9% menos que en la edición anterior.