Reforma de parques: los jardines 'grises' que inquietan a los vecinos

La zahorra, una mezcla de arena que se utiliza para cubrir carreteras, caminos y jardines, la capa que tapa un pedazo del parque de Aluche, ha desatado la polémica. Los vecinos -y el grupo mayoritario de la oposición en el Palacio de Cibeles, Más Madrid- han inundado las redes de quejas por esta mixtura gris sobre las zonas terrizas donde crecen los árboles y algunos brotes verdes a su alrededor. Desde el Área de Medio Ambiente y Movilidad del consistorio insisten en que los trabajos no han terminado. «Una vez que se asiente por compactación lo realizado, se extenderá una fina capa de arena natural de río por encima», aseguran fuentes municipales.

El objetivo de esta capa de zahorra es evitar las inundaciones que se producen en el parque de Aluche, que recibe su nombre del arroyo Luche que todavía corre bajo la superficie y humedece la tierra. «Antes de la obra, la zona era un barrizal y ahora se ha mejorado y arreglado con esta actuación», explican desde el Área de Medio Ambiente, que describen la zahorra artificial utilizada como «el material ideal para este tipo de rellenos ya que por definición no tiene plasticidad y no produce barro cuando se moja».

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Por ahora, los trabajos, que han costado 570.000 euros a las arcas municipales e incluyen la mejora de algunas zonas del parque, no son bienvenidos por los vecinos. Ana del Rincón vive en Aluche desde 1981 y estuvo en la inauguración de su pulmón, ocho años antes. Desde entonces paseó por ahí con sus hijos y, más tarde, con su nieto. «Creo que nuestro concejal [el concejal de Ciudadanos Alberto Serrano] se tiene que estar tirando de los pelos cuando vea el destrozo que se ha hecho en el parque», lamenta Del Rincón, que la semana pasada recorrió el lugar con decenas de vecinos para señalar las deficiencias de la reforma.

Las obras no han terminado y las vallas todavía atraviesan el parque gris. «No vamos a parar de concentrarnos para que nos dejen el parque como estaba; era una intervención innecesaria», sostiene la presidenta vecinal, «los árboles han quedado atrapados, hay zonas que parecen el desierto del Kalahari». La asociación ha convocado para este sábado al mediodía una concentración «en defensa del parque». Más allá de la opinión ciudadana, Ecologistas en Acción también se ha pronunciado al respecto.

«No apoyamos este tipo de medidas, aunque es cierto que no se está cementando el parque», señala el representante de Ecologistas en Acción en la comisión de Naturaleza del municipio de Madrid, Jesús Martín. La actuación con zahorra es una estrategia para mejorar el drenaje y la filtración del agua, pero desde la organización creen que se ejecuta «desde el punto de vista de abaratar el mantenimiento de la zona, desde el punto de vista funcional», opina Martín. Y así, a primera vista, se eliminan las briznas verdes que circundaban los árboles, si bien técnicamente el área cubierta de gris corresponde a las zonas terrizas. «No se ha eliminado en los trabajos ni un metro cuadrado de zona verde con plantaciones», matizan fuentes municipales.

Aun así, la imagen de esta pasta granulada que lame los troncos del parque impacta. «Deberían dejar ese espacio natural alrededor del árbol, este tipo de obras acaba dañando el arbolado, son daños que no los ves en el momento, sino años después, cuando se producen esas talas innecesarias», destaca Martín. Por eso, desde Ecologistas en Acción proponen «nuevos modelos de intervención» a base de cubiertas vegetales de filtración. «La solución para la progresiva impermeabilización del suelo no es sustituirlo por suelo compactado, es recuperar procesos naturales que hemos ido perdiendo», remarca el activista.

El revuelo por la reforma de Aluche se extiende a otros parques de la ciudad, como el de La Cornisa, en el distrito Centro, donde las máquinas todavía remueven la tierra. Más Madrid ha aprovechado para recoger el descontento vecinal y uno de sus concejales, José Luis Nieto, preguntó ayer por el asunto al delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante (PP), en la comisión del ramo. Por eso que el partido liderado por Rita Maestre ha tachado varias veces de «arboricidio».

«Es un asunto que nos preocupa», empezó ayer el edil Nieto, quien afeó al equipo de gobierno la tala «sin autorización» de 28 árboles en el parque de La Cornisa. «Es una obra que fue sometida a la Oficina de Supervisión, por tanto, contaba con todos los informes favorables», se defendió Carabante, que prometió reponer esos 28 ejemplares. «No me hable de motosierras, porque el mejor ejemplo es la pasada legislatura», atacó el delegado; durante el mandato de Manuela Carmena se borraron unos 750 árboles del paseo de la Castellana y más de 10.000 en cuatro meses.

Según informan desde el área, el consistorio ha eliminado de La Cornisa aquellos ejemplares «que suponían un peligro para la seguridad de los vecinos». Las obras en este jardín también contemplan añadir casi un cuarto más de extensión a la pradera existente y mantener el huerto en su ubicación actual. La actuación en este parque pertenece a las 85 obras en zonas verdes planeadas por el alcalde José Luis Martínez-Almeida, con un presupuesto de 79 millones de euros. Hay 64 finalizadas; Aluche y La Cornisa, aún no.