LAPISABIEN
Sobre un 'plasta' por Madrid
Este prototipo está y existe. Y la ciudad le debe un homenaje
Liberación en la sierra
Clientes en una barra de principios del siglo pasado
Quiere ver uno el fútbol, en sus ratos de libranza, y se encuentra con que siempre hay un señor simpático; tan simpático como monotemático, y perdonen la rima pero aquí va justificada para definir a un prototipo que se sufre o se celebra.
Un ... señor que aporta por sistema un comentario a vuelapluma, con un valdepeñas peleón y que me verá, en el bar, cara como de Jesús Quintero. Y pega la hebra.
Los sábados a la noche es su momento de ir repartiendo su humanidad conversada por donde quiera que fuese o por donde quiere Dios que vaya este buen señor. No es 'gato', viene de fuera, pero sale de su casa, imaginamos que pequeña y con el WC en la cocina, buscando la víctima propicia. Y va mezclando en la parla el pueblo de su nacencia, más historias del 'su' pueblo de marras, y todo lo que puede contar de su pueblo, que debe ser el Edén en la tierra. Una de las maravillas del mundo, con su castillo, sus viñas, y sus reinas de las fiestas patronales.
Si la televisión enfoca a Carles Puigdemont, ya tiene sus anécdotas, sus teorías, sus cuatro lecturas bien asumidas de cuando el periódico estaba en el bar, y afuera hacía frío, y este mismo señor, el 'plasta', de anís mañanero, completaba los crucigramas y subrayaba titulares con una pluma de tiempos de los gobernadores civiles.
El 'plasta' a veces molesta, a veces no. Todo va dependiendo de cómo tenga uno el cuerpo. Normalmente, solo, como el poeta, voy pegando el oído a la calle y a estos seres. Sintiéndome como Labordeta.
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Si la tristeza me abate, ya digo, entro en conversación con el interfecto hasta que da el sueño y la cama llama. Si no, una llamada proverbial de la madre y va a tomar por retambufa.
Es este hombre un fruto de la ley de la selva de los sábados por la tarde que ya, incluso con fútbol, anticipan la nostalgia del domingo. Pero el 'plasta' está y existe, y como a la castañera y a estos seres, hay que hacerles un homenaje. Pueblan la ciudad, la ciudad les deja hacer. Y basta.