Inmaculada Sanz: «No pedimos un trato de favor, solo que no se gobierne contra la capital»

—El PSOE preside la Asamblea de Extremadura porque la baronesa del PP, María Guardiola, se ha negado a pactar con Vox. ¿Comparte su postura?

—Es verdad que se ha producido un desencuentro evidente en los últimos días, pero es pronto para dar por finalizado ese proceso. Aquí en Madrid estuvimos en un gobierno de coalición apoyado por Vox que fue lo que posibilitó el cambio en la ciudad. Creemos que se puede llegar a acuerdos con Vox como hemos hecho en muchos sitios. Yo creo que Extremadura necesita un cambio.

—¿Qué opina de Vox?

—Al inicio conseguimos llegar a puntos de encuentro. Es verdad que en los últimos dos años Vox decidió situarse en el rincón de poner palos en las ruedas y ahí los desencuentros fueron más que evidentes. Mis políticas no son las de Vox, pero hay puntos en los que nos podemos encontrar y creo que en estos momentos la situación del país hace que todos tengamos que ser generosos.

—Vicealcaldesa, portavoz, delegada de Seguridad y Emergencias, encargada de Coordinación Territorial... Begoña Villacís solo fue vicealcaldesa, ¿está asumiendo demasiada carga de trabajo?

—Necesitábamos un gobierno que fuera ágil en la toma de decisiones, sólido, y al ser monocolor hay muchas cosas que van a fluir de manera natural. Creo que responde a dinámicas distintas y, por qué no decirlo también, estilos políticos distintos.

—¿Puede hacer una valoración de la gestión de Villacís?

—Tuvimos siempre una colaboración muy leal y estrecha desde el minuto uno y es algo que pueden decir muy pocos gobiernos en coalición. Más allá de todos los vaivenes que pasaron, que fueron muchos, que afectaron a nuestros partidos y que podían haber tenido incidencia en el Ayuntamiento de Madrid, eso siempre se quedó fuera de la mesa de la Junta de Gobierno. Aquí estábamos todos a una, dos partidos, pero un solo equipo de gobierno. Es de justicia reconocerlo.

—Una de las medidas estrella de Villacís fueron las terrazas Covid. Antes de marcharse, abrió la puerta a mantenerlas más allá de 2024. ¿Piensa hacerlo?

—Lo que dijimos en su momento es que existe una ordenanza aprobada, a partir de ahí, nos reuniremos con todos los sectores, con los vecinos... Siempre dijimos que buscábamos un equilibrio entre el descanso vecinal y la actividad económica, la generación de empleo y riqueza y el atractivo turístico.

—¿No cree que hay un exceso de terrazas, sobre todo, en ciertas zonas céntricas con protección acústica?

—Eso se establece en la propia ordenanza. En puntos determinados donde pueda haber una mayor acumulación o alguna problemática específica con los vecinos se puede ser más restrictivo.

—¿La idea entonces es levantar las terrazas Covid el 1 de enero de 2024?

—A día de hoy, la ordenanza está en vigor, hay que cumplirla, y nos reuniremos con los sectores y valoraremos todas las situaciones.

—Hace unos meses, en el 010 se implantó un nuevo sistema que desató el caos en la atención ciudadana, llegando a desatender hasta el 80% de las llamadas. ¿Cuál es el estado del servicio?

—Ahora mismo está funcionando bien y el porcentaje de rechazo es mínimo.

—Este tipo de atención ciudadana suele generar muchas quejas entre los usuarios. En marzo se creó un canal de Whatsapp, ¿es el futuro?

—Ese canal es una vía más. En las próximas semanas se pondrá en marcha. Pero es muy importante tener claro que hay que atender a toda la población, a las personas que más dificultades tienen en cuanto a la brecha digital.

—Los adictos al 'chemsex' atendidos por el consistorio han crecido un 31%, también los adolescentes, los alcohólicos... ¿De cuántas personas estamos hablando?

—Al año se tratan en materia de adicciones por parte de Madrid Salud a unas 10.000 personas. Dentro del grupo de jóvenes son unas 2.000, entre los que están en situación de riesgo, el 65%, y los que ya tienen una adicción que requiere tratamiento, el 35%. Las adicciones son uno de los grandes problemas que tenemos en las grandes ciudades. Llevamos en el programa electoral un plan para dar respuesta a todas esas inquietudes y situaciones que están viviendo los chavales, la prevención en entrada a bandas violentas, adicciones a redes sociales, acosos y ciberacosos... Es verdad que hemos notado un incremento, pero posiblemente lo que existe es una mayor llegada al problema y en ese sentido es positivo.

—La adicción disparada a las pantallas, videojuegos, redes sociales... ¿son cifras preocupantes?

—Son cifras que nos preocupan, desde luego. Cuando te metes en ciertas dinámicas que tienen que ver con las adicciones, es muy difícil ver la salida y creo que es muy importante el mensaje de optimismo, de esperanza, de que por supuesto de esas situaciones se sale y que se les puede apoyar.

—¿Cómo compatibiliza esa preocupación por las adicciones con la proliferación de casas de apuestas en Madrid? ¿Cómo puede ponerles coto el ayuntamiento en los barrios vulnerables?

—Existe una normativa que es más restrictiva que hace unos años y estamos potenciando su cumplimiento, por parte de la Policía Municipal y de los técnicos de la Comunidad de Madrid y del ayuntamiento. Y a partir de ahí, sancionando los comportamientos de cualquier casa de apuestas donde se percibe que pueda haber algún menor. Las sanciones no son pequeñas precisamente.

—El suicidio es otro gran problema de salud pública. En diciembre se creó una web municipal que recibió más de 125.000 visitas en los primeros tres meses. ¿Cuál es la tasa de suicidio en la capital?

—Históricamente, y sigue siendo así, estamos en unos niveles inferiores a la media española y también a la europea. Pero no es menos cierto que en los últimos años se está incrementando esa tasa y cada vez en personas más jóvenes. Por eso quisimos poner en marcha, no solo la web, sino un Plan de Prevención del Suicidio.

—El pasado noviembre, Almeida dijo: «Madrid tiene ciertos problemas de seguridad», en referencia a narcopisos y bandas latinas. Ese mismo día, Ayuso afirmó: «Más allá de la sanidad, Madrid tiene problemas mucho más importantes, como la seguridad. Todos los días estamos conociendo datos muy preocupantes y hechos que alarman». ¿Tiene Madrid un problema de inseguridad?

—Madrid sigue siendo una de las capitales más seguras del mundo, pero tiene problemas de seguridad en determinados barrios. El de las bandas juveniles nos preocupa y nos ocupa. Hemos duplicado el número de agentes tutores de la Policía Municipal en todos los distritos. Hay problemas de narcopisos. No puede ser que la normativa sobre okupación esté como está y sean los propietarios los que tienen dificultades para echar a estas personas con esos procesos judiciales tan largos. Hay que cambiar la normativa y estoy segura de que el Gobierno de Feijóo es de lo primero que va a hacer.

—Almeida prometió echar a los okupas en 24 horas. ¿Qué margen de actuación tiene el ayuntamiento en edificios de titularidad privada?

—Lo que llevamos en el programa electoral es el cambio de la normativa para solicitar el desalojo en 24 horas, evitar el empadronamiento de esos okupas y que el propietario no tenga que hacer frente al IBI de la vivienda. Hemos llegado a donde podíamos en los edificios públicos. El alcalde prometió desalojar de inmediato a esos jetas que quieren vivir del patrimonio de todos y se desalojó La Ingobernable y La Dragona. Lo hacemos cada vez que podemos en los narcopisos, con más de 300 desalojos.

—¿Qué está pasando para que en Madrid haya niños de 14 años empuñando pistolas y matando con machetes?

—Es una reflexión que tiene que hacer toda la sociedad. ¿Qué hace a un chaval, ya no de 14 años, sino de 11 y 12, integrarse en este tipo de organizaciones? Son mafias organizadas con intereses económicos, de narcotráfico, en las que el eslabón más débil es el menor de más corta edad. Hay que ser muy contundentes con las jerarquías y con los mandos, hay margen de maniobra para endurecer las penas cuando se está utilizando a menores para cometer actividades delictivas. Estoy seguro que por parte del Gobierno del PP se va a tener en cuenta.

—En el verano se produce un repunte del botellón y los hurtos a los turistas. Hace dos años fue lamentable lo que ocurrió, con el vandalismo en las concentraciones de alcohol. ¿Hay alguna nueva estrategia?

—Madrid no tiene un problema en estos momentos con los botellones, como tenía hace años, cuando eran permanentes todos los fines de semana. Se ponen muchísimas sanciones por consumo de alcohol en la vía pública cada año. En el programa electoral llevamos la nueva ordenanza de convivencia, en la que agravamos las sanciones. Respecto a los hurtos, queremos recuperar un plan específico de atención al turismo, en este caso en Centro. Ahí tienen mucho que ver la presencia de personal de paisano de la Policía Municipal e incrementar la visibilidad policial en nuestras calles. Tenemos 400 policías más y nuevos vehículos.

—¿Cuándo volverá a tener Madrid 7.000 policías municipales en activo?

—Yo espero que pronto. Nuestro objetivo es llegar a esa cifra. En el mandato anterior se incorporaron 1.300 policías. Pero seguimos teniendo ese déficit [de 1.000 agentes]. Dependemos de la norma estatal y de la limitación de los presupuestos generales del Estado. Hemos hecho todo tipo de demandas; de momento, nos hemos encontrado con un muro y espero que el próximo Gobierno sea más sensible.

—¿El Gobierno de España castiga a Madrid porque gobierna el PP?

—La realidad es que para los madrileños este Gobierno ha puesto palos en las ruedas de manera continua: impuestos 'ad hoc', cierres específicos en los estados de alarma contra Madrid, la actuación del Ministerio del Interior en muchas ocasiones, la situación de Cercanías, el bus-VAO de la A-2… Nosotros no pedimos un trato de favor, sino que no se gobierne contra la capital, contra su locomotora económica.