Suscribete a
ABC Premium

El acento madrileño

BAJO CIELO

Jaime Urrutia es Madrid en mayúsculas. Su padre era cronista taurino, su patria, las Ventas. Tiene la cara más grande que la espalda y hasta su pelo se eleva por ser más gallo que el gato que dentro de él

El turista madrileño

Jaime Urrutia en la plaza de toros de Las Ventas josé luis álvarez
Alfonso J. Ussía

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El acento madrileño es seco y pausado, al ralentí. Carece de toda prisa por terminar una frase, como si eso de hablar fuese una manera de recitar palabras a medio tiempo, sin prisa, sin pausa. Para en cada sílaba, juntando las palabras de la frase ... y dejando cierta pulsión en cada una de ellas. Tanto la primera sílaba como la última se pronuncian en la misma importancia, el mismo tono. Cuando se acentúa se hace mal, a la contra, dejando que gane peso un éste sobre este. Como si se escribiera con tres eses en vez de con una. Es una forma que no corta en el final de las palabras como hacen otros acentos del país. El acento madrileño dice todas las letras sin detenerse en ninguna excepto para llamar tu atención.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación