«Sabíamos que la homicida era la última persona que vio con vida a Consuelo»

El inspector de Policía ha explicado ante la sala que comenzaron a investigar a raíz de la inexplicable muerte de María Luisa Moragón, el 29 de julio de 2015, un asunto que el centro sanitario comunicó al Juzgado de instrucción número 4 de Alcalá.

«Al tratar de sacarle sangre del brazo y de la yugalar salió aire . No hay una explicación médica para esa entrada masiva si no es forzada», indicó previamente José Alberto Arranz, responsable de Medicina Interna del hospital.

A este respecto, el responsable policial ha afirmado que comprobaron que en en el último caso, como en los otros tres anteriores que estaban tratando de esclarecer, siempre estaba de servicio López Doncel, de 39 años, cuyo juicio con jurado popular se celebra desde el martes en la Audiencia Provincial de Madrid.

«Se sospechaba que la etiología de la muerte era homicida debido a la autopsia: una embolia gaseosa masiva , es decir provocada al inyectarle aire en las venas», ha agregado.

«Se veían a simple vista las burbujas de aire en el cerebro, corazón y sistema sanguíneo », ha precisado, por su parte, otro agente que estuvo presente en la autopsia de Doblado y que ha testificado ante la sala.

El encargado de la investigación ha aseverado que las cámaras de videovigilancia se colocaron en noviembre de 2015. «Entramos en vía muerta, pese a revisar expedientes. Había tres casos similares, el de Ana Josefa López, una mujer que sobrevivió en 2013 y el de Elena García Rodriguez, también de ese año».

La renovación del permiso de las cámaras se iba haciendo hasta que al retomar de nuevo toda la información médica tienen conocimiento en febrero de 2017 que la acusada está de baja desde noviembre de 2015. Un hecho que coincide con que no se registra ningún incidente. Se reincorpora en mayo de 2017 y en agosto fallece Doblón, ha asegurado.

La defensa ha preguntado al policía encargado de visionar las imágenes si no podía haber causado la muerte otra compañera que entró antes que López. «No. Porque cuando se inyecta aire en las venas la muerte es inminente».