El PSOE pide un crédito de 60 millones para pagar parte de la deuda del tranvía de Parla
Una sentencia obliga al Ayuntamiento a pagar más de 40 millones a un fondo asentado en un paraíso fiscal
El tranvía de Parla sale de la parada que conecta con la estación de Cercanías
Una obra faraónica, una deuda disparada y una localidad al borde de la quiebra. Esta es la historia de un tranvía, impulsado en 2004 para dar cobertura a los habitantes de Parla; hoy día, el octavo municipio más poblado de la región. Un proyecto aparentemente ... redondo, de no ser por la maraña de sobrecostes, impagos y abultados intereses que han convertido a la ciudad en escenario de una crisis perpetua. El tranvía de Parla, orgullo del ‘tomasismo’ (la época dorada del PSOE de Tomás Gómez), emerge en las arcas municipales como un pozo sin fin: de la adjudicación inicial de 93,5 millones de euros a un coste final de 297. Ahora, el nuevo Ayuntamiento socialista, liderado por Ramón Jurado, se ha visto obligado a pedir un crédito de casi 60 millones para pagar parte de la descomunal pella.
Pero vayamos por partes. El origen de este último préstamo se remonta a 2014, cuando Sagasta Corporate Finance, un fondo de inversión (con sede en el paraíso fiscal de Luxemburgo) compró los 73 millones de deuda que arrastraba entonces el megalómano trazado. Ante la falta de pago, en junio de 2015 el acreedor interpuso un recurso contencioso-administrativo contra el Consistorio, cuya resolución obliga al demandado a abonar más de 40 millones de euros, entre el montante reclamado y los intereses del mismo generados.
Cabe recordar que el presupuesto de la localidad para el presente año es de 116 millones, lo que evidencia la magnitud del citado crédito. Y todo ello, sin olvidar el déficit de más de cien millones de euros con la empresa concesionaria, Tranvía de Parla S.A. (formada por Globalvía Infraestructuras al 85% e Inversiones Corporativas al 15%), que el pasado mes de marzo ya alertaba a ABC de la delicada situación económica que atraviesa por los impagos y de las enormes dificultades para prestar el servicio. Los responsables de la adjudicataria han solicitado una reunión urgente con la Alcaldía para tratar el controvertido asunto.
Cuestionado por este diario, el Ayuntamiento parleño se remitió ayer a las palabras de su primer teniente de Alcalde y concejal de Hacienda, Andrés Correa, en las que acusa de la encrucijada «al Gobierno regional que presidía Esperanza Aguirre», al «no financiar el tranvía de la misma manera que financia los metros ligeros de Pozuelo de Alarcón, Boadilla del Monte y Las Tablas, de los que también abona el coste de su construcción». Pero lo cierto es que el convenio firmado en 2004 por el exregidor Tomás Gómez y el Consorcio Regional de Transportes (CRTM) dejaba al Gobierno local como único responsable de la inversión porque así lo quiso el propio Gómez.
Correa insiste, además, en el hecho de que «los diferentes Gobiernos de la Comunidad de Madrid, todos del Partido Popular, se han negado a renegociar la financiación del tranvía de nuestra ciudad, al que cada año tenemos que destinar alrededor de 13 millones del presupuesto municipal». Peticiones, todas, que buscan modificar el acuerdo alcanzado por la propia corporación socialista. El Consorcio de Transportes defiende que la aportación cumple estrictamente con lo marcado, de manera similar al resto de líneas de transporte urbano.
Sea como fuere, la petición de un crédito millonario ha sentado como un jarro de agua fría en la bancada de la oposición. Días después de recibir un burofax por parte del fondo luxemburgués, el alcalde convocó un pleno extraordinario por la vía de urgencia para someter a votación la adhesión del Ayuntamiento de Parla al Fondo de Ordenación 2022 del Ministerio de Hacienda. O dicho de otro modo, el ‘rescate’ del Estado para afrontar el pago de dos sentencias judiciales. Pese a que PP, Vox y Mover Parla se opusieron, la medida salió adelante con los votos a favor de PSOE y Podemos.