Un juez suspende las obras del Edificio España por «riesgo estructural»

Desde el área de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento de la capital consideran que la denuncia «no tiene recorrido» , ya que todo está en orden. Desde esta concejalía entienden, según han afirmado a ABC, que el juez actúa por «precaución». No obstante, afirman que todas las licencias están en orden y «en cuanto vayan los peritos y escuchen a los técnicos municipales, se levantará la suspensión». «Espero que como todos los procedimientos judiciales se resuelva y para bien. Estoy deseando ver el hotel construido y me imagino que a la empresa propietaria del hotel le pasará lo mismo», ha manifestado la propia alcaldesa Manuela Carmena tras conocer la noticia.

«Si hay un juez que considera que hay un riesgo lo que hay que hacer es lo que ha dictaminado. Estos procedimientos afortunadamente en lo civil son muy rápidos y se resolverá para poder continuar la obra con las cautelas necesarias», ha añadido.

Fuentes de Riu aseguraron a ABC que no han recibido notificación alguna sobre esta suspensión y que mientras no analicen el auto judicial no tomarán ninguna decisión al respecto. Además, recordaron que la propiedad de la zona comercial es suya y no de Baraka, como reclamó en su denuncia.

El Edificio España está en obras desde hace meses para convertirse en el primer hotel urbano de Riu. La compañía mallorquina, como ha venido informando este periódico, asumió el control total del inmueble con una inversión de entre 380 y 400 millones de euros en concepto de adquisición y reforma del edificio. El futuro hotel Riu Plaza ocupará 24 de las 27 plantas del inmueble; tendrá cuatro estrellas y contará con 650 habitaciones. Además, tendrá un espacio de más de 1.800 metros cuadrados para eventos, dos restaurantes, una piscina en la azotea, una planta con el Sky Bar y otro habitáculo adicional de 900 metros cuadrados.

La suspensión de las obras es el último episodio de la guerra abierta que mantienen Trinitario Casanova , presidente de Baraka, y la hotelera tras su ruptura el pasado verano. Casanova denunció a Riu por un presunto incumplimiento de contrato en la titularidad de la zona comercial (15.000 metros cuadrados) y pidió que se paralizasen las obras. Lo hizo después de que su grupo se quedara fuera de la operación tras la rescisión del contrato que firmaron el 1 de junio de 2017. Sin embargo, el Juzgado de Primera Instancia número 51 de Madrid desestimó la denuncia relativa a la superficie comercial. Así, aún están abiertas dos causas, una sobre la titularidad de la zona de tiendas y otra sobre la seguridad tras modificar el proyecto.

El argumento de Casanova fue que en el acuerdo contraido se fijó que el espacio de tiendas iba a ser de su propiedad cuando se reformara el edificio y se realizara la declaración de obra nueva y la escritura de división horizontal independiente. Riu lo negó y argumentó que jamás hubo tal pacto; lo que se acordó fue que Baraka tuviera la oportunidad de buscar un operador para la superficie a cambio de una comisión, pero en más de un año, aseguran desde la compañía mallorquina, no consiguió a nadie.