Héroes en la trinchera de Emergencias: «Hay experiencias que prefieres olvidar, pero seguiremos ayudando»
Varias generaciones de voluntarios de Protección Civil relatan sus años de servicio y vivencias coincidiendo con el día en que se gradúan 600 nuevos profesionales, cifra récord desde que se fundó en 1982
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Iniciar sesiónHugo, Marisa, Juanjo, Bienvenida, Sergio e Ismael no se conocen y, aunque pertenecen a generaciones diferentes, comparten sin saberlo la pasión por ayudar a los demás desde la trinchera de Emergencias. Hace años, se enfundaron el traje naranja y azul de Protección Civil , ... convirtiéndose en voluntarios de un Cuerpo que los lleva a prevenir o hacer frente accidentes y catástrofes . Han visto morir en más ocasiones de las que pueden recordar, pero también han ayudado a alumbrar vidas; han dado sosiego a familiares que buscaban víctimas, mientras apoyaban a bomberos que trataban de apagar el más virulento de los fuegos en un edificio que se iba consumiendo; y han quitado nieve, aportado mascarillas y llevado medicinas a aquellos a los que el coronavirus encerró en sus casas. Son héroes altruistas que ponen sus vidas al servicio de los demás.
Bienvenida Nieva es la veterana de este organismo. Se incorporó a la agrupación de Madrid cuando acababa de fundarse, en 1982, y con tan solo 18 años se enfrentó al accidente de avión de Mejorada del Campo que dejó 181 muertos . A día de hoy, cuando han pasado 38 años, todavía lo recuerda. «Fue de madrugada, era un vuelo con destino final Bogotá que se estrelló poco antes de aterrizar en Barajas», cuenta, rememorando cómo fue la búsqueda de posibles supervivientes entre los amasijos de hierros. Solo sobrevivieron once personas.
Meses después, en diciembre de 1983, las llamas se desataron en el subsuelo del número 20 de la calle Alcalá , en el interior de la discoteca conocida con el mismo nombre. «Iba con los familiares a la plaza de la Villa , donde se instaló el punto de recopilación de datos de las víctimas, y de ahí al anatómico forense. Teníamos que darles apoyo... Esa experiencia me marcó», dice la voluntaria.
Pero en su andadura en Protección Civil no todo han sido desgracias. Tres años después, conoció a Juanjo González, que se convirtió en su marido. Juntos trabajaron en dar soporte a los bomberos que sofocaron el fuego de Almacenes Arias . «Íbamos para reforzar la seguridad en un concierto en Las Ventas cuando vimos el humo desde Legazpi. Cuando llegamos, no pensábamos que iba a ser de esa magnitud; de hecho, nos íbamos a ir cuando el edificio se vino abajo », dice Juanjo, al que a la mente se le viene la nube de polvo que se formó en ese instante y el silencio total que invadió la calle de la Montera. «Empezamos a dar golpes en los hierros para ver si había gente atrapada y contestaba », cuenta.
Lenguas de fuego
Ambos participaron también en las tareas del 11-M. «Tuve una crisis de ansiedad, sentí que aquello era demasiado y que no podía cargar con ello, pero sigo adelante. Y seguiré hasta que pueda», dice él, que también estuvo en el Windsor , donde lenguas de fuego ardiendo a más de mil grados.
Marisa González lleva 21 años siendo voluntaria en Moralzarzal. Se unió por casualidad, tras ver un cartel de Protección Civil en una farola, pero ha acabado convirtiéndose en su pasión . «Sabía que quería ayudar a la gente del pueblo y esto era perfecto», explica al otro lado del teléfono. Su primer servicio fue la asistencia a un joven motorista que perdió la vida; el último, el rescate de Clara, la niña de 9 años que murió en el pantano de San Juan. «Según vas viviendo cosas, la mente y el cuerpo se acostumbran. Ayudar a la gente es lo que engancha. Somos como una pequeña familia», dice. Con cariño, guarda en su mente todas las veces que ha ayudado en la organización de la visita que hacen los niños a los Reyes Magos antes del 5 de enero para entregarles sus cartas. «Ni un año he faltado. Me impresiona ver su ilusión», dice.
Ciencia ficción
En Sevilla la Nueva ayuda Sergio García, que confiesa que hay veces que prefiere «olvidar las experiencias». En sus 28 años en Protección Civil se centra en la vivencia durante la pandemia . «Una película de ciencia ficción », la califica, llevando medicación a la gente que no podía salir de sus viviendas, repartiendo mascarillas y PCR a las residencias. En Filomena se quedó cinco días encerrado en la base debido al colapso de carreteras, y todos los años da charlas a los más pequeños sobre prevención : cómo evacuar un avión , la importancia de los cinturones de seguridad y qué hacer en caso de un incendio. «2020 no ha sido un año normal, ha sido duro psicológicamente , pero ahí seguimos, y pienso seguir muchos años más», subraya.
Hugo Fournier e Ismael El Oumary Zidan son, en cambio, de los ‘novatos’. El primero lleva dos años; el segundo, se gradúa hoy, tras una convocatoria histórica , coincidiendo con el 39 aniversario, en la que se han ofertado 800 plazas (el doble que en 2020) y que finalmente han superado 600 aspirantes que se sumarán a los 2.889 voluntarios que hay en las 98 agrupaciones de la región. «Quería ofrecer mi tiempo a la gente», dice Hugo, de Alcobendas. Su primera intervención fue en la pandemia, repartiendo EPI a las residencias. «El ambiente era muy tenso, me impactó, pero la profesionalidad del equipo me enganchó», afirma. A través de la ventana y con las sirenas, felicitó los cumpleaños a decenas de niños que no podían celebrarlo de otra forma.
Ismael se unirá a los profesionales de Manzanares el Real. Compagina el voluntariado con estudios de auxiliar de Enfermería . «Hice el curso, lo superé y ahora estoy ya en prácticas de seis meses. Después, me quedaré», explica. «En este tiempo he aprendido de sanitarios, bomberos, policías locales y profesionales de la agrupación. Gracias a ellos he conseguido graduarme hoy», dice con orgullo, tras haber ayudado en Filomena a quitar nieve, recoger vecinos y trasladar a pacientes .
«La pandemia ha servido para darnos cuenta de la importancia que juega la sociedad civil y, en concreto, los voluntarios que, de forma altruista, nos han ayudado a hacer frente al Covid», dice Enrique López , consejero de Presidencia, Justicia e Interior, quien reconoce su «esfuerzo y compromiso», especialmente, durante la pandemia:«En aquellas semanas trágicas las agrupaciones de Protección Civil, Bomberos, Policías Locales, Agentes Forestales y la UME ayudaron a salvar miles de vidas». Ahora, seguirán haciéndolo.
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