Este cambio viene motivado por la reciente liberalización del sector ferroviario en España, por lo que la compañía Renfe dejar de ser la única operadora que puede prestar servicio en este recinto.
Ya a finales de 2018, la parada antes denominada Atocha pasó a tener el nombre de Estación del Arte, para disipar la ambigüedad entre los nombres de las estaciones de Atocha y Atocha Renfe. Esa nueva nomenclatura se impulsó para facilitar la asociación de la estación a los tres principales museos de Madrid que se encuentran en las inmediaciones (Museo del Prado, Thyssen-Bornemisza y Reina Sofía).
A partir de hoy el cambio se llevará a cabo de forma progresiva en el resto de la red, en los planos ubicados en el interior de los trenes donde aparece también representada esta línea o en la megafonía que se puede escuchar en el interior de los convoyes.
Esta modificación supone una simplificación del nombre, escogido también por ser genérico y representativo, y para e vitar confusiones a los viajeros a la hora dirigirse a este punto neurálgico del transporte en la región, según apunta el Gobierno regional. En esta estación, el suburbano madrileño conecta con trenes de Cercanías, media y larga distancia y, además, sirve de intercambiador con la EMT de Madrid. Todo ello hace que se trate de uno de los puntos de enlace más importantes de la capital.
La línea 1 de Metro de Madrid, a la que pertenece esta estación de Atocha, conecta el norte y el sureste de la ciudad. Discurre entre Pinar de Chamartín y Valdecarros, con un total de 33 estaciones -con andenes de 90 metros-, unidas por 23.876 kilómetros de vía en túnel de gálibo estrecho y una duración aproximada de recorrido de 57 minutos.
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