Zapatero responde a Ayuso desde Lugo: «Decir que ETA vive es una desfachatez»
Reivindica a Besteiro y Orozco como «decentes» tras su «persecución» judicial, en un mitin en el que se impuso la política nacional a la local
El expresidente avala los pactos con Bildu: «Les dijimos que si dejaban el terror, tendrían juego en las instituciones»
Zapatero y Méndez, junto a sus compañeros socialistas durante el mitin del lunes
Después del plantón de Pedro Sánchez, el PSdeG ha apostado por un 'jarrón chino' —así llamaba Felipe González a los expresidentes del Gobierno— para tratar de contener el asedio electoral de los populares al bipartito de izquierdas en la ciudad amurallada. Pero José Luis Rodríguez Zapatero ... , cabeza de cartel en el mitin central de los socialistas de Lugo, ha llevado la mayor parte de su discurso al terreno nacional. Y el expresidente no ha rehuido el debate generado después de la inclusión por parte de Bildu de 44 condenados por terrorismo en sus listas electorales.
«Me parece una desfachatez que alguien diga que ETA vive», ha proclamado Zapatero entre aplausos, respondiendo así a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que había dicho que la banda terrorista «está viva, está en el poder, y vive de nuestros impuestos». El expresidente le ha respondido: «Lo que viven son las vidas de las personas que hemos salvado por haber terminado con ETA hace doce años». Pero no se ha limitado a responder. Zapatero ha presumido de que fue durante su Gobierno que la banda dejó de matar: «Cuando yo estaba terminando con ETA, me decían que estaba traicionando a las víctimas».
Escenario conservador
Los socialistas lugueses habían preparado una infraestructura muy conservadora en la plaza de Santa María, intramuros, y pegada a la catedral, para recibir al expresidente. Conservadora, tanto por el número de sillas disponibles, poco más de dos centenares, que pronto se ocuparon —mucha gente siguió el mitin de pie o sentados en unas escaleras de piedra aledañas—, como también por la instalación de una carpa, por una previsión de lluvia que no se ha cumplido, y que de alguna manera deslució una escenografía que, en pleno casco histórico, podía tener mayor potencial. A ese escenario ha llegado Zapatero, escoltado por la plana mayor del PSdeG, con la ovación de unos 400, entre los que, como suele suceder en este tipo de actos, predominaba un público que en su mayoría superaba la sesentena.
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ContinuarEn la ciudad de Lugo, casi un cuarto de siglo después, el PP tiene opciones de recuperar el bastón de mando municipal. Todo podría depender de un puñado de votos. De ahí el esfuerzo de los socialistas por retener una alcaldía en la que gobiernan con un BNG con el que se suceden las desavenencias por la gestión diaria.
El plantón de Sánchez
En este contexto ha llegado Zapatero a Lugo, una ciudad que, en realidad, esperaba a Sánchez el pasado 10 de mayo, pero el presidente del Gobierno canceló su visita para centrarse en preparar su encuentro con Joe Biden. Pero Zapatero se ha explayado, como se ha dicho, en el terreno de la política nacional. Ha insistido en el debate sobre ETA: «Jamás hemos usado el terrorismo para hacer daño a nadie, eso nos distingue».
Y más política nacional, poco o nada vinculada a las elecciones del próximo domingo, donde lo que están en juego son los gobiernos municipales y las diputaciones —en algunas comunidades también los autonómicos—. Defensa férrea de Sánchez, el presidente de Gobierno «que más política social ha hecho en la democracia» y que en su gestión de la pandemia «acertó plenamente». Lo ha reivindicado con una frase: «No es sanchismo —como lo definen sus detractores—, es el PSOE».
El cabeza de cartel este lunes en Lugo era Zapatero, pero lo han 'teloneado' el delegado del Gobierno en Galicia, José Ramón Gómez Besteiro; el exalcalde de Lugo José López Orozo y su sucesora y actual alcaldesa, Lara Méndez. Para los dos primeros, el expresidente del Gobierno no ha reparado en elogios tras el calvario judicial al que le sometió la jueza Pilar de Lara durante años para acabar archivándose todas las investigaciones: «Son personas decentes y honestas, que quede claro». Y Zapatero ha señalado, aunque sin nombrarla, a la candidata del PP a la alcaldía de Lugo, Elena Candia, por unos anónimos que el PSdeG le atribuye, que dieron pie a algunas investigaciones de De Lara: «Utilizaron estrategias perversas contra políticos de primer nivel», llegó a decir Zapatero.
Tanto uno como otro, Besteiro y Orozco, habían tomado la palabra antes que Zapatero. Y los dos cayeron también en la tentación de sacar la carta del terrorismo. El primero ha presumido de un partido y de un Gobierno que «supo acabar con esa lacra » del terrorismo, y que habló sobre ello a los españoles «como personas adultas». Y Orozco, muy aplaudido por sus parroquianos, ha destacado a Zapatero como «un hombre de paz, que trajo la paz a este país». Lara Méndez, por su parte, que aspira a revalidar la alcaldía, reconoció que «el fin de ETA fue importante », pero ahora «hay otra lacra», que es la violencia machista: «Y ahí, Zapatero puso la semilla de la ley contra la violencia de género». Más política nacional que local para un 28M en el que el PSOE lugués se la juega.
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